Los Mallos desde el mirador |
Esta ruta parte de Berastegui, incorporándonos a la autovía A-15, y dando así por finiquitada nuestra etapa por tierras guipuzcoanas. Minutos más tarde, tras abonar un pequeño peaje correspondiente a un tramo de la autopista AP-15, rodeamos Pamplona por la ronda sur.
Almorzamos en Noain, en un restaurante ubicado al inicio de la A-21, y luego proseguimos hacia el este, al encuentro del embalse de Yesa, que en su mayor parte se extiende por la provincia de Zaragoza. Llegados a Puente la Reina de Jaca, y ante la ausencia de autovía, tomamos la A-132, comarcal que serpentea por entre un tupido bosque de pinos. Por el valle del río Asabón fuimos a parar al embalse de la Peña, con el río Gállego como principal aporte de agua.
Estacionad el vehículo antes de cruzar el embalse de la Peña por el puente de hierro, una estrecha pasarela metálica de 180 metros de longitud que a duras penas permite el paso de dos vehículos. El puente precede a un estrecho túnel de 47 metros de longitud construido en 1913.
Proseguimos por la carretera A-132, cruzando el estrecho puente y descendiendo junto al cauce del caudaloso río Gállego. Un par de minutos más tarde nos detuvimos en el Mirador de los Mallos, un bonito lugar que nos brindó una buena perspectiva de estas moles rocosas. Aunque estaban un poco lejos, esta primera imagen, con el correntoso río serpenteando a nuestros pies, nos encandiló.
TOPÓNIMO DE GÁLLEGOLos mallos del Prepirineo aragonés están protegidos bajo la figura Monumento Natural de los Mallos de Riglos, Aguero y Peña Rueba.
Fueron levantados por la orogenia alpina, iniciada hace unos 65 millones de años, cuando se formaron los Pirineos. La posterior erosión del agua los ha ido aislando y modelando, dando lugar a las actuales paredes rocosas gigantes que se reparten por la cara sur de las sierras exteriores del Prepirineo.
Sobre sus cimas redondeadas vuelan constantemente buitres y otras aves rapaces. Avistarlas es otro de los encantos de este territorio envuelto en leyendas que, en la actualidad, se han convertido en referente para escaladores de todo el mundo. Sólo en Riglos se han marcado unas 200 vías de escalada, la mayoría de elevada dificultad.
Por último, antes de llegar a Ayerbe, tomamos un desvío a la izquierda para dirigirnos a Riglos. Esta población cuenta con un magnífico mirador desde el que se domina el valle del río Gállego, y por supuesto, desde el que se puede contemplar una de las mejores panorámicas de los Mallos. Si vais por la tarde, con el cielo despejado, podréis admirar el color rojizo de la piedra.
TOPÓNIMO DE RIGLOS