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![]() Atapuerca |
Los yacimientos de la Sierra de Ibeas-Atapuerca están declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde el año 2000. Atapuerca es la puerta de entrada a esta época pretérita de la humanidad y su principal acceso se encuentra en la carretera N-120. En nuestro caso llegamos a esta minúscula población procedentes de Santurde (La Rioja). Atapuerca acoge el Parque Arqueológico y el Centro de Interpretación, y a unos pocos kilómetros se encuentra la zona arqueológica de la Gran Dolina, a la que se llega en vehículo.
Primeramente, después de estacionar el coche, visitamos el Centro de Interpretación, que acoge la Exposición sobre la Evolución del Hombre. Aquí podréis adquirir las entradas para el Parque Arqueológico y la posterior visita a la Trinchera de Atapuerca, la Gran Dolina, adonde nos desplazamos en nuestro propio vehículo.
![]() Centro de Interpretación |
![]() Centro de Interpretación |
![]() La Trinchera de la Gran Dolina |
![]() La Gran Dolina |
![]() La Gran Dolina |
La zona arqueológica de la Gran Dolina, en la Trinchera, ha sacado a la luz restos de homínidos que vivieron en la zona hace aproximadamente un millón de años. Allí se encuentra el yacimiento de la sima de los Huesos, el más rico de Europa del pleistoceno medio, que nosotros recorrimos provistos de un casco. En todo momento seguimos con inusitado interés la charla que nos dio el joven arqueólogo que nos guio por el recinto.
![]() Charla en la Gran Dolina |
![]() La Trinchera de la Gran Dolina |
De vuelta a Atapuerca visitamos el Parque Arqueológico, donde contemplamos una recreación de cómo debía ser una aldea típica de hace un millón de años. A continuación, después de almorzar en un restaurante ubicado a pie de carretera, partimos hacia Burgos.
![]() Parque Arqueológico |
![]() Parque Arqueológico |
La carretera N-120 nos condujo desde Atapuerca hasta Burgos. Estacionamos el vehículo en las inmediaciones de la avenida de los Reyes Católicos, punto donde iniciamos a pie la visita a la ciudad.
El río Arlanzón vertebra Burgos de este a oeste. En la orilla norte, bajo la peña del castillo (el buru go que originó el topónimo de la ciudad), se localizan los principales monumentos y edificios históricos. Uno de ellos, ubicado al final de la calle Puebla, es la Casa del Cordón. Este notable palacio burgalés, construido a finales del siglo XV, destaca por la exquisita ornamentación de sus fachadas.
![]() Casa del Cordón |
![]() Casa del Cordón |
Si camináis hacia el río Arlanzón desde la Casa del Cordón, llegaréis a otro de los monumentos que más se asocia con la imagen de la ciudad: la estatua ecuestre del Cid, construida en bronce en 1955, y que representa a Rodrigo Díaz de Vivar con la capa al viento y portando su espada. Cerca de la estatua veréis el río Arlanzón, que podréis cruzar por el puente de San Pablo.
En la orilla sur del río se localiza el Museo de la Evolución Humana, pero como en este viaje todavía no estaba construido, nos fuimos derechitos al puente de Santa María. Este apacible paseo nos brindó la oportunidad de contemplar desde la distancia las altas torres de la Catedral, que sobresalían por encima las copas de la frondosa arboleda que jalona el cauce.
![]() Río Arlanzón |
![]() Puente de Santa María |
El peatonal puente de Santa María acoge el Arco de Santa María, puerta de entrada de la muralla que circundaba la ciudad en el siglo XIV. Al otro lado del arco, en la plaza Rey San Fernando, ya pudimos admirar la mejestuosa Catedral, una de las más grandes de España, patrimonio de la Humanidad desde 1984.
No soy muy partidario de pagar para ver templos religiosos, pero en esta ocasión hice una excepción. El interior de la Catedral alberga tesoros de valor incalculable. La nave central aloja la tumba del Cid, diversas capillas destinadas a acoger el Museo Catedralicio y la escalera dorada. En total permanecimos cerca de una hora y media en su interior, quizá demasiado tiempo, aunque he de reconocer que mereció la pena.
Por cierto, podéis contemplar Burgos, con la mejor vista panorámica de la Catedral, desde el mirador del Castillo, una perfecta atalaya ubicada al pie del parque del Castillo.
Los últimos minutos en Burgos los empleamos en caminar pausadamente por el casco viejo. Comenzamos junto a la Catedral, en la plaza Rey San Fernando, que acoge el Arco de Santa María, y concluimos la ruta en la hermosa plaza Mayor, con forma de óvalo, presidida por el Ayuntamiento.
![]() Plaza Rey San Fernando |
![]() Ayuntamiento. Plaza Mayor |