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![]() Santo Domingo |
El circuito al Bierzo comienza en Judes (Soria), en el extremo más oriental de Castilla y León, donde habíamos hecho noche.
Nos pusimos en ruta a primera hora de la mañana y tras cubrir unos 150 kilómetros por tierras sorianas y burgalesas, llegamos al desfiladero del río Mataviejas (curioso nombre). A la salida del mismo apareció Santo Domingo de Silos, encantador pueblo de 300 habitantes enclavado en un sabinar, que cuenta con un monasterio del siglo XII.
Lo primero que uno hace cuando llega a Santo Domingo es localizar cuanto antes su famoso monasterio. Aunque antes de entrar, empleamos unos minutos en caminar por el pueblo. Desde el aparcamiento público, ubicado en la parte alta, contemplamos el bello sabinar que rodea la villa.
Caminando por el entramado de calles empedradas, accedimos a la animada plaza Mayor, presidida por la iglesia de San Pedro, y a continuación, cerca del monasterio, cruzamos bajo el arco de la muralla.
En el siglo XI, el monje dominico que más tarde se convirtió en obispo de Silos, ordenó la resconstrucción de los edificios de una antigua abadía visigoda y dio su nombre al nuevo monasterio. En 1835 el monasterio fue abandonado pero en 1880, un grupo de benedictinos franceses eligió sus ruinas como refugio. Cuando llegaron plantaron un ciprés en medio del claustro, que es el actual símbolo del monasterio.
La entrada a la abadía incluía la visita al Claustro, que está considerado como uno de los más bellos de España. Es especialmente grande teniendo en cuenta que se trata de un edificio románico y consta de dos plantas perfectamente homogéneas. Las galerías de la planta baja están formadas por sesenta arcos de medio punto que destacan sobre columnas geminadas y los capiteles constituye un bestiario con animales y vegetales de influencia mudéjar (vale la pena contemplarlos).
A continuación partimos por una carretera local hacia Covarrubias, uno de los pueblos más encantadores de la provincia de Burgos. Su barrio histórico, de callejuelas estrechas y empinadas, fue creado en el siglo XVII y cuenta con antiguas casas con soportales de madera. En la plaza Mayor se alza la elegante fachada del palacio ducal.