Castillo de Medellín |
La etapa más larga que realizamos por tierras extremeñas, la última de todas, comienza en Mérida. Esa mañana habíamos visitado la presa romana de Proserpina y, muy cerca de ella, nos incorporamos a la autovía A-5 para desplazarnos hasta Medellín, otra colonia fundada en el año 79 a.C. por los romanos a orillas del río Guadiana, concretamente por el cónsul Quinto Cecilio Metello Pio, de donde "supuestamente" derivaría el topónimo de la población (yo no me lo creo).
Accedimos a Medellín por el estrecho puente de los Austrias, o de Felipe IV, que salva las aguas del Guadiana. El puente se construyó en el siglo XVII y está considerado como uno de los más bonitos de Extremadura. Desde su centro, mirando hacia el oeste, se divisan las colinas que encajonan el río Guadiana y que darían nombre a Medellín.
Puente de los Austrias |
Río Guadiana desde el puente |
Estacionamos el coche cerca del puente y nos encaminamos hacia la colina coronada por el castillo medieval, una poderosa fortificación de origen musulmán (siglo X) y reformada por los cristianos en el siglo XIV. El castillo tiene forma alargada, adaptándose así al terreno que lo acoge.
Castillo de Medellín |
Castillo de Medellín |
A los pies del castillo se levantan dos edificios religiosos: la iglesia de San Martín y el templo de Santiago Apóstol, del s. XII, que acoge el Centro de Interpretación.
Ascenso al Teatro romano |
Iglesia Santiago Apóstol y Castillo |
Como suele ocurrir en España, allá donde hay un poblado íbero o unas ruinas romanas, la Iglesia levanta templos como el que aparece en la foto, intentando así quitarle protagonismo al flamante Teatro romano (por supuesto, no lo ha conseguido). El Teatro ocupa una gran extensión en la ladera sur del cerro del Castillo; quedó enterrado durante siglos, hasta que en 1969 volvió a ver la luz al ser descubierto.
Teatro romano |
Teatro romano |
Unos pocos minutos bastaron para penetrar en las calles de Medellín, jalonadas de casitas de fachadas de color blanco y tonos ocre. En un extremo del pueblo vimos la estatua levantada en honor a Cecilio Metello y en la céntrica plaza Mayor, dedicada a Hernán Cortés, vimos la estatua de este gran conquistador metelinense. A él se le atribuye la conquista de México. En el cercano templo de San Martín Obispo, del s. XIII, podréis ver la pila bautismal de granito en la que fue bautizado Hernán Cortés.
Plaza de Hernán Cortés |
Plaza de Hernán Cortés |
Nos pusimos en ruta por la N-430 para completar la segunda parte de la etapa. A la altura de Obando, giramos hacia el norte por la comarcal EX-116, que culmina en el puerto Llano, a 642 metros de altitud.
Poco después, avanzando por la EX-102, alcanzamos Guadalupe, población serrana famosa por acoger el monasterio homónimo. Y qué se puede ver y hacer en Guadalupe. Si tenéis tiempo, no fue nuestro caso, podéis visitar el monasterio y ver la sacristía, el claustro, la capilla de San Jerónimo y algunos museos. Nosotros nos contentamos con visitar la iglesia de Guadalupe, presidida por un impresionante retablo.
Otra cosa que podéis hacer es dirigiros a la plaza Mayor para adquirir dulces típicos y la morcilla de Guadalupe, muy sabrosa, que deberéis hervir antes de degustarla.
Partimos raudos hacia el norte por la EX-118, al encuentro de la autovía A-5. La carretera, sinuosa a más no poder, atraviesa la frondosa sierra de las Villuercas, surcada por numerosos ríos, entre ellos el Ibor.
Precisamente, muy cerca de Navalvillar de Ibor, dimos con una pequeña área de descanso que llevaba por nombre Fuente de la Cesta. El lugar era ideal para realizar el almuerzo del día, unos bocatas que habíamos adquirido en un bar de Guadalupe. Tenía una fuente de la que brotaba abundante agua fresca, mesas y bancos de madera y, por supuesto, altas montañas como bello telón de fondo.
Más adelante, poco antes de incorporarnos a la autovía A-5, hicimos un alto junto al embalse de Valdecañas, en el río Tajo.
Embalse de Valdecañas |
Augustóbriga |
El motivo no fue otro que admirar las cinco o seis columnas pertenecientes a un par de templos de la antigua ciudad romana de Augustóbriga, y que fueron colocadas junto a la carretera cuando llenaron el embalse. Este idílico lugar también es conocido como Los Mármoles.
Augustóbriga |
Augustóbriga |