A lo largo de los años he recorrido los Pirineos de norte a sur y de este a oeste, trazando rutas en coche y caminando por sendas que atraviesan paisajes de una belleza sobrecogedora. Desde los valles solitarios de Cataluña, pasando por los colosos de Aragón, los bosques encantados de Navarra, la pequeña pero impresionante Andorra, hasta llegar a los pueblos colgados y lagos glaciares de los Pirineos de Francia.