Calescoves |
Con este nombre, Playas de Fornells, existen un buen puñado de calas desparramadas, sobre todo, al oeste del Fornells. Se llega a ellas por una pista de tierra en buen estado, y lo único malo es estacionar el coche, ya que se debe dejar muy retirado del agua. Para llegar a Cala Pregonda tuvimos que caminar de lo lindo bajo el achicharrante sol.
Para llegar a Cala Pregonda tuvimos que estacionar el vehículo en la pista de tierra y atravesar previamente una senda pedregosa que partía de la playa de Binimela, un extenso arenal salpicado de pequeñas lagunas. En algunas de ellas avistamos alegres patos que chapoteaban alegremente al margen de bañistas, pues la zona no estaba muy concurrida.
Playa de Binimela |
De Binimela a Pregonda |
Un cabo muy pedregoso separa Binimela de Pregonda, la exquisita cala que habíamos elegido para pasar la mañana. Para llegar a ella sólo tuvimos que seguir el camino de tierra que partía de la arenosa playa de Binimela, una senda que parecía no terminar nunca.
Y al fin llegamos a Cala Pregonda, una playa de arena rojiza y aguas cristalinas, ideal para los amantes del buceo. Aunque no todo era maravilloso: no había ni un árbol bajo el que guarecerse, ni chiringuitos donde adquirir bebida fresca; además, teníamos que recorrer otra vez a pie el mismo camino pedregoso y largo hasta llegar al vehículo, bajo el implacable sol del mediodía... Menos mal que el baño en esas cristalinas aguas dejó en un segundo lugar todos estos inconvenientes. Practicar esnórquel, a pulmón, rodeado de peces de colores, fue maravilloso.
Cala Pregonda |
Cala Pregonda |
Fornells es un encantador pueblo de pescadores situado en la orilla ooccidental de una amplia bahía (Cala Salada). El pequeño puerto y sus calles peatonales, jalonadas de casitas blancas, invitaban a un apacible paseo.
Iniciamos la segunda parte de la jornada desplazándonos hasta el sureste de la isla. En el extremo más meridional visitamos el viejo Binibeca, en Binibéquer, encantador pueblo de casitas blancas y calles estrechas que se asoman al Mediterráneo.
Binibéquer |
Binibéquer |
A continuación nos desplazamos hasta el vecino término municipal de Alaior, para darnos un refrescante baño en Calescoves, cala declarada Monumento Histórico Artístico en 1931.
Llegamos a Calescoves |
Calescoves |
Calescoves es un lugar de altos acantilados con dos pequeñas calas, cuyas escarpadas paredes poseen decenas de pequeñas cuevas artificiales prehistóricas utilizadas como necrópolis desde la edad de hierro hasta la conquista romana. Las aguas turquesas compensaron con creces el difícil acceso a la cala en coche y a pie.
Necrópolis de Calescoves |
Calescoves |
Por último, con la puesta de sol, nos desplazamos hasta la cercana Cova d'en Xoroi, probablemente el mirador, bar y discoteca más visitado de Menorca.
Terraza exterior de Xoroi |
Cueva de Xoroi |
Planificamos nuestra llegada a la Cova del Xoroi minutos antes de la fascinante puesta de sol, que puso el colofón a una brillante jornada. Tomar copas en el bar resultó un pelín caro, pero las vistas y el entorno compensaron con creces.
Interior de Xoroi |
Interior de Xoroi |