Zona bautismal. Betania |
Esta excursión la realizamos en una mañana, por nuestra cuenta. Partimos en taxi desde Ammán a primera hora de la mañana, en compañía de la pareja gaditana.
Por la autovía 40 alcanzamos el valle del Jordán, a 390 metros por debajo del nivel del mar. Antes de llegar a Israel o Palestina (según se mire), el chófer tomó un desvío a la derecha que conducía al aparcamiento de Betania. Aquí fuimos sorprendidos por una manada de despistados dromedarios.
Autovía 40 |
Un dromedario despistado |
Adquirimos las entradas a Betania en las taquillas, que incluían un guía de habla inglesa (ese día no había guía de habla hispana), y a las 10 de la mañana unos autobuses nos condujeron río Jordan arriba, hasta el recinto arqueológico. Paramos en un mirador y posteriormente nos acercamos hasta la zona bautismal, donde supuestamente Juan bautizó a Cristo. Betania significa "casa de la fuente" en hebreo y es el lugar por el que se solía cruzar el río Jordán en la antigüedad. Recientemente se han encontrado iglesias y baptisterios, como la iglesia de San Juan, del siglo V.
Junto a la iglesia de San Juan unas escaleras de piedra que descendían hasta el río Jordán. Un grupo de turistas occidentales se estaba bautizando en una enorme pila cuando llegamos nosotros. Un sacerdote oficiaba la misa en italiano. Tuvimos que sortear a esta gente para llegar a la orilla del río, que en ese tramo tenía una anchura de no más de cinco metros. La ribera opuesta pertenecía a Israel, una bandera ondeando en lo alto de un mástil daba fe de ello. Recientemente los israelíes habían escrito un manifiesto indicando que Betania se encontraba en lado hebreo, justamente enfrente de la Betania jordana. Al igual que los jordanos, los hebreos habían creado una zona bautismal nueva y por el módico precio de 100€ uno se podía rebautizar. En fin.
Partimos de Betania a las 11:15. Nos incorporamos a la autovía 40 y, en media hora, nuestro taxista nos dejó en la Ciudadela de Ammán, en el corazón de la capital jordana.
La Ciudadela de Ammán está situada en lo alto de una colina desde la que se tiene una buena panorámica del centro de la ciudad. Los amonitas erigieron en esta colina un primer asentamiento que los griegos ampliaron y bautizaron con el nombre de Filadelfia.
Al nivel del mar |
Cruce de caminos |
Los romanos fueron los siguientes en tomar posesión del lugar y a ellos se les atribuye la construcción de algunos templos cuyas ruinas todavía pudimos ver, como el grandioso templo de Hércules.
Templo de Hércules |
Templo de Hércules |
En el siglo VII los omeyas construyeron un enorme palacio y una mezquita que recientemente había sido reconstruida por la cooperación española (le habían colocado un bonito tejado). Las ruinas del palacio omeya abarcaban un área muy grande de la Ciudadela y recorrerlas nos llevó tiempo.
Palacio Omeya |
Palacio Omeya |
Descendimos de la colina por la ladera que se asoma al Teatro romano, con unas excelentes vistas de este milenario templo
Teatro romano |
Teatro romano |
Y al llegar abajo se acabó la paz. Nos sumergimos de lleno en el caos circulatorio de una de las principales avenidas que recorre el centro de Ammán. Cruzar la acera para dirigirnos al Teatro romano resultó toda una proeza y también una temeridad.
Paseamos con tranquilidad entre las columnas del Foro romano que aún quedaban en pie, observando los edificios del Odeón y el Teatro romano.
Foro romano |
Teatro romano |
A continuación nos dirigimos hacia la mezquita Al-Hussein, una de las más importantes de la capital, que está emplazada en pleno centro de Ammán, en una zona comercial repleta de tiendas y restaurantes.
Mezquita Al-Hussein |
Mezquita Al-Hussein |
Como no podía ser de otra manera, os recomiendo que saciéis la sed acercándoos a algún puesto de zumos de naranja recién exprimidos. Y para llenar el estómogo, os aconsejo que entréis en algún local de moda y que probéis el shawarma, uno de los platos jordanos más típicos.
Un rico zumo de naranja |
Restaurante típico |
Al día siguiente, muy de madrugada, fuimos conducidos con una hora de retraso hasta el aeropuerto de Ammán, a tiempo de tomar el vuelo de regreso a Barcelona.