Mayo 2025
Starline es un proyecto de metro gigante de alta velocidad que promete acabar con los vuelos de corta distancia. La idea es simple pero revolucionaria: crear una red de trenes de alta velocidad, de entre 300 y 400 km/h, que funcione como un sistema de metro a escala europea. Madrid, Lisboa, Roma, Milán, Zagreb, Atenas y muchas otras ciudades podrían conectarse de forma diaria. Ya veremos si el proyecto tira adelante o queda en agua de borrajas.
Abril 2025
Los trenes bala son un tipo de tren de alta velocidad diseñado para alcanzar velocidades extremadamente rápidas. Son especialmente comunes en Japón, donde se les llama Shinkansen, ya que fueron introducidos allí por primera vez en 1964. Sin embargo, cada vez están más presentes en otros países. Por lo general, alcanzan velocidades de hasta 320 km/h, aunque hay modelos avanzados bastante más rápidos.
El nuevo tren bala chino circulará en breve, es muy alargado y puntiagudo, para reducir la resistencia del aire y mejorar la eficiencia energética.
Marzo 2025
Los trenes históricos del Torrezno Exprés, con sus viejos vagones y locomotoras, vuelven a unir Madrid y Zaragoza con Soria. Los dos convoyes se unirán en Torralba del Moral con una primera degustación antes de llegar en una sola comitiva a la capital. Esta iniciativa pretende traer turistas a Soria y, aparte del exquisito torrezno, también incluye una exhibición de piezas ferroviarias con mucho pasado.
Febrero 2025
El ferrocarril Forestal de Alishan, con más de 100 años de historia, ha reabierto la línea tras 15 años de cierre. Situado al oeste de Taiwan, el tren atraviesa el bosque que le da nombre a más de 2.000 metros de altitud. Tiene 55 túneles y 77 puentes de madera en un itinerario que discurre por uno de los parajes más impresionantes de Asia
Enero 2025
El día 1 de enero, como no podía ser de otra manera, Renfe estrenó el año a lo grande. Una avería informática en los trenes Avril —gestionados por la compañía Talgo— dejó sin servicio a unos 14.000 usuarios. Yo tuve la suerte de viajar de Sevilla a Barcelona un día antes, en un tren Iryo (nada que objetar); y tuve suerte, pues pude comerme las uvas en casa. El viaje de ida, de Barcelona a Sevilla, lo realicé en un tren AVE (de Renfe), con vagones viejos y destartalados, que vibravan por los cuatro costados (yo mismo tuve que colocar una pieza del techo que estaba a punto de caer sobre la puerta de un lavabo). En fin, todo indica que en 2025 viajar en tren por España seguirá siendo un deporte de riesgo. Pero esto no debería extrañarle a nadie.