Plaza de la Virgen Blanca. Vitoria |
Esta ruta parte de Calahorra, en La Rioja, y nos conduce en primera instancia a Logroño. Una vez visitado el centro histórico de la capital riojana, cruzamos el Ebro y penetramos en la Rioja alavesa siguiendo la carretera de Laguardia.
Nos presentamos en Laguardia a mediodía, bajo un implacable sol. Buscamos sombra en el amurallado centro histórico, enclavado en un altozano, y a bien que la encontramos mientras recorríamos estrechas callejuelas exquisitamente empedradas, jalonadas de antiguas casonas de origen medieval.
¿Y qué se puede ver en Laguardia? En primer lugar está la muralla, que conserva cinco puertas de acceso. Luego está la iglesia de Santa María de los Reyes, terminada en el siglo XIV, que destaca por tener un pórtico policromado (en Toro -Zamora- existe otro similar); está la plaza Mayor, porticada, que aloja el Ayuntamiento nuevo y antiguo (en su fachada conserva un escudo imperial de Carlos V); la iglesia de San Juan y el convento de los Capuchinos; la Casa de la Primicia (una de las más antiguas de la villa); el estanque celtibérico de la Barbacana, y en los alrededores tenemos restos prehistóricos y la laguna de El Prao, que muy probablemente originó el topónimo de Laguardia.
A continuación partimos hacia Elciego para ver la bodega Marqués de Riscal, un moderno hotel inspirado en la estructura del Guggenheim, con una retorcida chapa de aluminio decorando su fachada. Luego proseguimos hacia el este, remontando el Ebro, hasta alcanzar Labastida, pueblo que celebraba las fiestas patronales en honor a la virgen de la Asunción. Aprovechamos la ocasión para almorzar en un improvisado chiringuito.
Abandonamos la Rioja alavesa y marchamos hacia Vitoria-Gasteiz, la encantadora y límpida capital de Álava y del País Vasco. Una tarde en la ciudad fue suficiente para contemplar y admirar su hermoso casco viejo, con la plaza de la Virgen Blanca como inequívoco centro neurálgico y con sus fantásticas zonas verdes rodeando la zona peatonal.
Estacionamos el vehículo cerca del parque de la Florida, a pocos pasos de la estación de Renfe, e iniciamos la ruta a pie aproximándonos a la céntrica plaza de la Virgen Blanca, que acoge el monumento a la Batalla de Vitoria. Antes de penetrar en el compacto casco viejo, nos asomamos a la vecina plaza de España, de arquitectura neoclásica.
Ahora sí, nos adentramos en el almendrado casco antiguo a través de la plaza del Machete, que acoge la estatua de Don Celedón, célebre por ser el artífice del comienzo de la Fiesta Mayor de Vitoria. Por la calle Cuchillería alcanzamos el punto más elevado del antiguo Gasteiz, que alberga la vieja catedral de Santa María y las murallas. En otra plaza, de la Brullería, admiramos bellos edificios de los siglos XV y XVI, así como la Torre de Doña Otxanda, una casa fuerte del siglo XV provista de una robusta muralla.
Finalizamos la ruta donde la iniciamos, en el parque de la Florida, cerca de la catedral Nueva, si bien aún tuvimos tiempo de acercarnos al palacio de Ajuria Enea, residencia oficial del lehendakari del Gobierno Vasco.
A última hora de la tarde regresamos a La Rioja, a tiempo de visitar Santo Domingo de la Calzada y de alojarnos en la casa rural Edulis de Santurde.