Puente de la Capella. Espot |
Espot es la puerta de entrada al Parque Nacional de Aigüestortes por oriente. Es un núcleo pequeño emplazado en la unión de los ríos Escrita y Peguera. Esta ubicación es la que habría acuñado el topónimo, escrito en protoeuskera.
La privilegiada situación de Espot, en la principal vía de acceso al lago de San Mauricio, le ha dotado de numerosos hoteles y apartamentos. Uno de ellos es el hotel Els Encantats, el que elegimos nosotros, un edificio entrado en años que se conserva bien. Lo mejor fue la atención y el desayuno, a base de pan con tomate y embutido de la zona.
El centro de Espot se localiza en la plaza de Sant Martí, punto donde la carretera cruza el puente sobre el río Escrita. A su alrededor veréis comercios, restaurantes y hoteles.
Como suele ser norma en cualquier pueblo del Pirineo, la iglesia debe constituir uno de sus principales atractivos. Y la de Espot, dedicada a Santa Llogaia, destaca por su enorme tamaño y por no conservar casi nada de su primitiva traza medieval.
Junto a la iglesia tendréis una buena perspectiva del valle de Espot, y en lo alto del pueblo, en un cerro situado junto a la carretera que sube a la estación de esquí, podréis ver la torre de los Moros, de origen medieval.
Uno de los principales atractivos de Espot se encuentra al norte del pueblo, en el acceso al lago de San Mauricio. Se trata del puente de la Capella, o Pont de Espot, un puente románico que salva las correntosas aguas del río Escrita.
Se trata de un puente de un solo ojo, con arco de medio punto. Tiene 18,4 metros de largo, repartidos en dos tramos en forma de rampa suave; su amplitud es de 4,9 metros y su altura, sobre el agua, es de 13 metros. Es el típico puente medieval de los Pirineos.
Al otro lado del puente de la plaza de Sant Martí podéis callejear por la parte más antigua de Espot. Y si seguís el cauce del río Escrita daréis con el Camí de la Roca Blanca.
Este carril es prácticamente llano y es ideal para recorrerlo a pie o en bicicleta. En primavera, además, podréis ver caballos pastando en el prado.
El inicio de la carretera que une Espot con la estación de esquí se encuentra a la salida del pueblo, en dirección al lago de San Mauricio. Asciende unos 200 metros en algo más de dos kilómetros, hasta alcanzar los remontes, situados a 1.500 metros de altitud.
De hecho, lo mejor de la estación radicó en el propio ascenso en coche, por entre un bosque de pinos y abetos. La zona de los remontes no era especialmente bonita.