La ventaja de visitar Huelva en agosto es que encontraréis aparcamiento gratuito cerca del centro. A primera hora de la mañana, además, gozaréis de buena temperatura. Así ocurrió esa mañana, mientras nos encaminábamos hacia la Catedral de Huelva, perteneciente al antiguo convento de la Merced.
Unos diez minutos separan las plazas de la Merced y de San Pedro, una de las más bonitas de la ciudad. Aquí se encuentra la iglesia de San Pedro, el templo religioso más antiguo de Huelva.
La iglesia de San Pedro fue construida en los siglos XV y XVI sobre los restos de una mezquita y conserva de sus tiempos primitivos las tres naves separadas por arcos apuntados y un artesonado de tradición mudéjar.
En la plaza de San Pedro se esconde el llamado Muro de San Pedro, un conjunto de sillares y mampostería que integran un muro de contención de origen fenicio.
En un lateral de la iglesia de San Pedro, concretamente en la calle Daoiz, podréis ver los muros de ladrillo del Mercado de Santa Fe, construido a principios del siglo XX.
Al norte de la plaza de San Pedro, entre las calles de San Andrés y Bañuelos, podréis ver los restos del Acueducto romano. Se hallan en el patio de acceso a un edificio de nueva factura.
Por último, a una manzana al este de la plaza de San Pedro, se halla la ermita de la Soledad, que muestra unas paredes blanquísimas. Es un edificio con más valor sentimental que artístico. Según cuenta la tradición, fue la primera parroquia onubense.
Nuestra ruta matinal continúa por las calles del centro. Es domingo por la mañana, apenas circulan coches y se puede decir que caminamos en solitario hacia el Ayuntamiento.
Situado en la plaza de la Constitución, el Ayuntamiento presenta trazas neoherrerianas y aires palaciegos que llena la planta superior de huecos geométricos. Las esquinas están adornadas con dos torres.
Alrededor de la plaza de la Constitución se alzan los edificios más representativos del casco histórico: antigua clínica Vázquez Limón, el antiguo Comercial, la Casa de las Conchas... Y la mejor forma de moverse por el centro es caminando por sus calles peatonales.
No quedan muchos vestigios de origen romano en Huelva. En la confluencia de las calles Pérez Carasa y Vázquez López tenemos el edificio Crisluis. En su interior podréis ver los restos de una casa romana de época imperial.
Si sois amantes de los trenes, otro rincón que no debéis perderos es la antigua estación de Huelva-Término, un edificio histórico que presenta un alto grado de abandono. En la plaza de Isabel la Católica podréis ver una vieja locomotora de vapor.
Nuestra ruta matinal por Huelva concluye en la plaza de las Monjas, que se postula como el centro de la vida ciudadana. Su aspecto actual es fruto de la profunda reforma que sufríó en 1907.
En el centro de la plaza se levanta una fuente rumorosa y un templete donde actúa la banda municipal. En uno de los extremos se alza la estatua dedicada a Colón, que fue inaugurada en 2011. Fachadas y balcones completan la belleza del recinto.
En uno de los rincones de la plaza y dando nombre a este espacio urbano, se muestra la portada del convento de Santa María de Gracia, habitado por monjas agustinas. Fue fundado en 1515 y de esa época quedan dos claustros mudéjares muy reformados.
Entre las obras arquitectónicas que mejor reflejan las huellas de la presencia británica en Huelva se encuentran la Casa Colón, el barrio reina Victoria, la estación de Sevilla, el muelle de Riotinto y las cocheras del puerto.
Construido como prolongación del ferrocarril que traía el material de las explotaciones mineras, el muelle de Riotinto fue inaugurado en 1876 con la misión de llevar el mineral directamente a las bodegas de los barcos. La obra, que llegó a tener una longitud de 1.165 metros, es una estructura de hierro y madera inspirada en los muelles ingleses de la época.
Dos son las esculturas que Huelva dedica a Cristóbal Colón: la estatua de la plaza de las Monjas y el Monumento a Colón, una escultura de 37 metros de altura realizada en 1929 en la punta del Sebo, donde se unen el río Odiel y el Tinto para desembocar en el mar.
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