San Juan de Gaztelugatxe |
Bilbao es el punto de partida de esta maravillosa ruta por la costa vizcaína, y la primera parada la realizamos en Guernika, junto al inicio de la ría que lleva su nombre. La villa, fundada en 1366 por don Tello, conde de Vizcaya y hermanastro de Pedro I de Castilla, es considerada como la capital espiritual de los vascos y símbolo vivo de la permanencia de sus tradiciones.
Árbol de Guernika |
Árbol de Guernika y Museo |
En una pequeña loma que domina la ciudad se encuentra el Árbol de Guernika, a cuyo alrededor se reunían las Juntas Generales del Señorío de Vizcaya. Al lado se alza la Casa de Juntas, un edificio neoclásico levantado en 1876 sobre una ermita, y frente a ella se levanta el Museo de Euskal Herria y la escultura Gure Aitaren Etxea, del donostiarra Eduardo Chillida.
Al norte de Guernika, en ambos márgenes de la ría de Mundaka, se encuentra la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, uno de los enclaves turísticos por excelencia de la costa vizcaína. Creada en 1984, la reserva cuenta con 23.000 hectáreas que aglutina un total de 22 municipios. Y un poco antes de entrar en el municipio de Mundaka, podemos contemplar este bello espacio desde el magnífico Mirador de la Ría.
Mirador de la Ría |
Mirador de la Ría |
Desde el Mirador de la Ría también tendremos una vista de la villa de Mundaka, con su iglesia de Santa María y su alto campanario destacando junto al mar.
A cuatro kilómetros de Mundaka, siguiendo la carretera de la costa, alcanzamos Bermeo, municipio marinero que posee un interesante casco antiguo (calificado como conjunto histórico artístico).
Puerto Viejo de Bermeo |
Puerto Viejo de Bermeo |
Recorrimos las empinadas callejuelas de la ciudad, admirando la torre de Ercilla y parte de la vieja muralla. Nos asomamos al puerto viejo desde el monumento a la Familia del Marino, que con su brazo indica el horizonte de la mar, una escultura de 1972 que representa a la familia mariscadora.
Monumento a la Familia del Marino |
Espigón del puerto |
Y como no podía ser de otra manera, acudimos al puerto Viejo a la hora de almorzar. Rodeado de bellas casas de pescadores, resultó sencillo elegir un lugar donde mover el bigote.
Puerto Viejo de Bermeo |
Puerto Viejo de Bermeo |
La ruta continúa hacia el norte de Bermeo, bordeando la costa hasta el cabo Machichaco, el promontorio más septentrional de la cornisa cantábrica vasca, un escarpado lugar de culto y de respeto, bueno dejémoslo en culto a tenor de las fotos.
Faro de Machichaco |
Cabo Machichaco |
Machichaco es un privilegiado mirador. En lo más alto de la loma, un faro guía a los barcos hacia la ría de Mundaka. En días claros, hacia el este se ve la costa francesa y hacia el oeste la costa cántabra. Y en días nublados como el que teníamos, nos contentamos con vislumbrar el roquedo que acoge la ermita de San Juan de Gaztelugache.
Y unos pocos kilómetros hacia el oeste, una vez dejamos atrás el faro que alumbra esta parte de la costa, llegamos a un observatorio excepcional: el promontorio de San Juan de Gaztelugatxe, uno de los rincones más atractivos de la costa vizcaína.
El islote está unido a tierra por una cinta rocosa que refuerza un puente y que conduce a la parte más alta, donde se levanta una ermita. El enclave está emplazado en un paraje de extraordinaria belleza y merece la pena auparse hasta el pequeño templo por unas escaleras de vértigo.