El barrio de la Judería se separó del resto de la ciudad por un recinto amurallado que aislaba a sus habitantes, al tiempo que los protegía de las iras de los cristianos. Una de las principales entradas es la actual Puerta de Almodóvar.
Desde la Puerta de Almodóvar, intramuros, podremos caminar por la calle Judíos, que desemboca en la céntrica plaza de Maimónedes. Este es un buen comienzo para reconocer el barrio.
La Sinagoga de Córdoba es uno de los pocos ejemplos de templo judío medieval que se conservan en España. El acceso se encuentra en la calle Judíos y es gratuito.
Entrada a la Sinagoga. Calle Judíos |
Entrada a la Sinagoga |
La Sinagoga consta de una pequeña sala, decorada con estucos mudéjares e inscripciones hebraicas. Fue templo hebreo hasta que, en 1492, los judíos fueron expulsados por los Reyes Católicos. Posteriormente se convirtió en hospital para hidrófobos y, en 1558, se instaló la cofradía de zapateros.
En la calle Judíos, al sur de la Sinagoga (y si los turistas os lo permiten), podréis ver la estatua de Maimónedes, erigida en 1964, dedicada a este filósofo, teólogo y médico.
La plaza que acoge la estatua es pequeña para la cantidad de gente que se junta allí (horas centrales del día). La experiencia puede resultar un poco agobiante, ya que todos quieren tocarle la barba, el libro o los pies. (Si la visitáis a primera hora de la mañana, evitaréis las colas).
En la plaza de Maimónedes (situada a unos metros al sur de la estatua), se encuentra el Museo Taurino (antigua Casa de las Bulas), que reúne la historia del toreo cordobés.
A partir de la plaza de Maimónedes, en la calle Tomás Conde, cabe reseñar la fachada de la señorial Casa de los Marqueses de la Vega de Armijo. El edificio fue adquirido por esta familia a finales del siglo XVII.
Casa de los Marqueses de la Vega de Armijo |
Casa de los Marqueses de la Vega de Armijo |
La ciudad de Córdoba conserva en perfecto estado su barrio judío, emplazado en el casco histórico, que forma parte de la zona designada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 1994.
El barrio de la Judería se caracteriza por sus callejas blancas y floridas, por las rejas de forja, por sus patios interiores y por sus bares bulliciosos.
Calle Deanes |
Calleja de la Hoguera |
Una visita a la Judería debe incluir la calleja del Pañuelo, la más estrecha de Córdoba, llamada así porque tiene la anchura de un pañuelo.
Calleja del Pañuelo |
Calleja del Pañuelo |
El paso más estrecho, situado entre las fachadas blancas de dos viviendas, está precedido por un alto naranjo. La calleja no tiene salida, concluye en un patio donde se localiza una pequeña fuente.
Situada al norte de la mezquita, para penetrar en ella hay que atravesar la calle Comedias. Dar con la calleja es fácil, sólo hay que seguir a los cientos de turistas que se mueven tras los guías oficiales.
Calleja de las Flores |
Calleja de las Flores |
En la calleja de las Flores rivalizan la belleza de las flores, los tejadillos, las rejas y cancelas forjadas de los edificios. Si se vuelve la vista veréis surgir la Torre Campanario de la Mezquita-Catedral.
Calleja de las Flores |
Calleja de las Flores |
Al norte de la Judería, en la plaza Jerónimo Páez, se encuentra la entrada principal del Museo Arqueológico. Si tenéis tiempo (y no no os aocompañan niños con ganas de ir a la feria), aconsejo que le echéis un vistazo.
En el Museo encontraréis los restos del Teatro romano. Su cávea, de 124 metros de diámetro, lo convirtieron en el mayor teatro de toda la Península Ibérica y el segundo más grande de todo el Imperio romano.