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![]() Teatro Romano de Cartagena |
Esta excursión, igualmente enriquecedora, nos condujo a Cartagena o Cartago Nova, brillante urbe que fundaran los romanos en un privilegiado enclave del Mediterráneo. Estacionamos el coche fuera del centro histórico, de forma gratuita, y nos desplazamos a pie hasta el centro.
En los aledaños de la calle Mayor vimos, a través de unos vidrios, algunos tramos de calzada romana, un aperitivo de lo que nos aguardaba por delante. Más adelante recorrimos un tramo peatonal de la calle Mayor, yendo a parar a la plaza el Ayuntamiento, presidida por el Palacio Consistorial, un ejemplar edificio modernista inaugurado en 1907.
![]() Calzada romana |
![]() Ayuntamiento |
En la oficina de turismo, ubicada muy cerca del Ayuntamiento, nos informamos sobre la visita al Teatro Romano, cuyo acceso estaba muy cerca, concretamente en las ruinas de la catedral de Santa María la Mayor. La entrada al Teatro incluía la visita al Museo Arqueológico, cuyas salas recorrimos para admirar estatuas, bustos, maquetas... A continuación, a través de una rampa, fuimos a parar a las gradas del fascinante Teatro Romano.
Al otro lado del Teatro, en una cota superior, se encuentra el parque Torres, presidido en su cota superior por el castillo de la Concepción, de origen medieval. Este parque nos ofreció una fascinante perspectiva del Teatro Romano, que pudimos admirar en toda su magnitud. Esta vista es ideal para aquellos que se quieren ahorrar el dinero de la entrada.
Bajando del castillo hacia el puerto vimos la Torre de la Linterna, un faro de origen musulmán levantado en el siglo IX que fue utilizado posteiormente como torre de vigilancia.
Recorrimos a pie el extenso paseo Marítimo (paseo Alfonso XII), entre la muralla Púnica y el puerto, ante un sinfín de barcos, barcas, yates..., comprobando de primera mano la gran tradición marinera que posee esta ciudad.
![]() Paseo Alfonso XII |
![]() Muralla Púnica |
En el centro del paseo marítimo admiramos el submarino de Isaac Peral, de propulsión eléctrica, realizado por la Armada española bajo la supervisión del genial científico.
En el paseo del Muelle se encuentra la zona de Cartagena que congrega más restaurantes de ambiente marinero. En uno de ellos, Casa del Pescador, dimos buena cuenta de la gastronomía local, con un menú a base de pescado fresco. El local, especializado precisamente en platos de pescado, tenía buena relación calidad-precio, y puso la guinda a una estupenda jornada en la ciudad.
Por la tarde marchamos hacia el Parque Natural de Calblanque, un espacio natural protegido que, pese a sufrir un grave incendio en 2011, nos deparó buenos baños en sus límipidas calas de arena negra.