Cuevas de Zugarramurdi |
Esa mañana habíamos visitado Roncesvalles y Saint Jean Pied de Port, en Francia. Almorzamos a base de pizza en territorio francés, y entrada la tarde nos dirigimos hacia la frontera de Dantxarinea por Cambo les Bains y Ainhoa. Los 4 kilómetros que separan la frontera de Zugarramurdi fueron todo un regalo para la vista.
Si algo caracteriza los valles navarros son la abundancia de ovejas. Los ricos pastos, entre verdes colinas salpicadas de esporádicos bosques, te dejan con la boca abierta. Y Zugarramurdi no es una excepción.
Para llegar a las cuevas de las Brujas debéis cruzar el pequeño núcleo de Zugarramurdi. Si seguís los carteles indicativos llegaréis al aparcamiento, provisto de merendero y, cómo no, de privilegiadas vistas sobre colinas repletas de ovejitas.
Las cuevas de las Brujas constituyen un impresionante complejo cárstico superficial situado a medio kilómetro de distancia del casco de Zugarramurdi.
La cavidad principal de las cuevas, la Cueva Grande, se originó por una corriente de agua, conformando así un amplio túnel de 120 metros de longitud, con una altura media de 10 a 12 metros.
En estas galerías, hacia 1610 se celebraron multitud de magias y misas negras, los famosos aquelarres, con decenas de brujos y brujas sentenciados a muerte en la hoguera.
Al caminar por este impresionante escenario, con la tenue luz que emitían los focos, me resultó fácil imaginar cómo podían ser estos ancestrales rituales donde se invocaba al diablo.
El recorrido por el interior de la cueva os llevará cerca de una hora. Si seguís las indicaciones veréis curiosas formaciones geológicas, y enormes cavidades, como la que horadó una corriente de agua, aún caudalosa en la actualidad, denominada Regata del Infierno.
Formaciones geológicas |
Regata del Infierno |
Salimos muy tarde de las cuevas de las Brujas. La noche se nos echaba encima y apenas tuvimos tiempo de realizar una visita al pueblo de Zugarramurdi. Nos detuvimos bremente en alguna de sus calles para admirar sus típicas casonas vascas, que parecían estar plantadas en mitad un vergel verde.