Monte Nargó. Organyà |
Esta ruta comienza en Adrall, pequeño pueblo asentado en la margen occidental del río Segre. Su ubicación, al norte de la comarca, es ideal para realizar excursiones por la zona. Aquí se encuentra el cruce de la carretera N-260 (transpirenaica) con la comarcal C-14 (Ponts-Andorra). Nos alojamos en la casa rural Cal Xico, con desayuno incluido.
Tomamos la carretera C-14 en dirección sur, descendiendo por el valle del Segre, que en esta parte es muy amplio. En la segunda parte de la ruta, más interesante, penetramos en el congosto de Tresponts, junto a un Segre que baja encajonado entre altas paredes calcáreas (en la actualidad este tramo se realiza por un largo túnel).
TOPÓNIMO DE SEGRELa villa medieval de Organyà, situada a 560 metros de altitud, conserva un interesante núcleo antiguo, capitaneado por la colegiata de Santa María. Se trata de uno de los templos románicos más relevantes del Alt Urgell, en cuyo interior aparecieron las Homilies d'Organyà.
La iglesia, que se edificó entre los años 981 y 1010 y se reedificó por última vez en 1040, aún conserva algunos elementos constructivos del periodo románico: ábsides y el muro de poniente.
La plaza Mayor, junto a la iglesia, es el inicio de nuestro paseo matinal por Organyà. Aquí merece la pena observar los coloridos pilares de madera que aguantan los soportales de la plaza.
Las calles del pueblo, como la calle Mayor, nos muestran lo mejor de la arquitectura medieval de Organyà, con casas de balcones de madera, pórticos y ventanas engalanadas de flores.
Calle Mayor de Organyà |
Una bocacalle de Organyà |
Desde el centro de Organyà parte hacia el oeste una carretera local que enlaza con la ruta de los dólmenes. Para llegar a estos monolitos de piedra hay que adentrarse por pistas de tierra, algo impensable cuando se viaja con bebés, por eso creímos más interesante alcanzar la cercana fuente Bardonera (a 1,7 km de Organyà). El monte Nargó (antiguamente conocido como Orgaña), fue el faro que nos guio.
Según cuentan las leyendas, la fuente Bardonera era un lugar de reunión de brujas. Imagino que congregarse al pie del monte Nargó, con su cresta pelada destacando en kilómetros a la redonda, ya debía inspirar a aquellos que interaccionaban con dioses y demonios.
Brujas y duendes aparte, situarse a los pies de la fuente nos permite contemplar a vista de pájaro Organyà y el congosto de Tresponts, que, visto desde la distancia, parece la boca del lobo.