El casco antiguo de Cardona conserva su estructura medieval, con calles estrechas, plazas encantadoras y edificios históricos. Podéis comenzar la visita por la plaza de la Vall, que aloja el Teatro Cultural Els Catòlics.
Pasear por el centro histórico permite descubrir numerosos rincones pintorescos, como la calle Cambres, angosta y sombría, ideal para guarecerse del achicharrante sol en verano.
La plaza de la Fira es una de las plazas más emblemáticas de Cardona, pues en ella se celebran mercados y eventos. Cada domingo, el mercado ofrece productos locales, desde alimentos frescos hasta artesanías.
Rodeada de edificios históricos, caso del Ayuntamiento, la plaza de la Fira es un lugar ideal para sentarse y disfrutar del ambiente del pueblo. Eso sí, si vais en agosto, ya podéis buscaros una buena sombra.
En el corazón del centro histórico se halla la iglesia parroquial de San Miquel, construida en el siglo XIV en estilo gótico. Desde la plaza de la Fira tendréis una vista completa del templo.
La iglesia de Sant Miquel destaca por su fachada gótica, y en el interior sus capillas laterales merecen una visita. Además, alberga un interesante retablo barroco.
Un arco abierto en los bajos de un edificio comunica las plazas de la Fira y del Mercat. La plaza del Mercado es la más encantadora de Cardona, en ella conviven majestuosas casonas porticadas y obras tan singulares como la iglesia de Sant Miquel.
En la plaza del Mercat comienzan bucólicos callejones, como el que conduce a la calle Mayor, muy estrecha y peatonal, o el que lleva a la calle Escasany, más comercial y animada.
Calle Mayor |
Calle Escasany |
Sin salir de la plaza del Mercat, junto a la iglesia, también debéis asomaros al callejón de la Iglesia, un estrecho pasadizo abovedado no apto para claustrofóbicos.
Callejón de la Iglesia |
Callejón de la Iglesia |
Junto a la iglesia, en la encrucijada de la calle Mayor, la plaza del Mercat y el callejón de la iglesia, se encuentra el restaurante La volta del Rector, un local especializado en platos de la zona. El precio es un pelín caro, pero la comida es exquisita.
Lo vimos de casualidad, cuando realizábamos compras en un supermercado del pueblo. Desde la carretera del Miracle, cerca del Dia, disfrutamos de la mejor vista panorámica del Castillo.
Can Miró Vell es una casa rural brillantemente situada (a los pies de Cardona, en la vega del río Cardener) y exquisitamente equipada: piscina, seis habitaciones, dos salones con tv., moderna cocina, caseta para barbacoa, amplio patio con un olivo en el centro, aparcamiento grande...
La casa puede acoger a quince personas con holgura, de esta manera podréis abaratar el alto precio que cuesta alojarse en ella en verano.