Situada a orillas del río Oria, Tolosa cuenta con un extenso e interesante casco viejo, no en vano fue capital de Guipúzcoa en el siglo XIX. Desde la orilla del río, junto al puente de Navarra, ya se aprecia la monumentalidad de la villa.
La principal entrada al casco viejo se realiza por el histórico puente de Navarra, donde hace siglos se cobraban peajes por entrar y por comerciar en la ciudad. Tiene cinco vanos; el quinto, añadido en el siglo XVIII.
Antes de acceder al casco viejo por el puente de Navarra podréis ver el convento de Santa Clara, levantado en 1666 en la orilla derecha del río Oria.
El puente de Navarra es el mirador perfecto para contemplar relevantes edificios de Tolosa. Según se accede al casco viejo, a mano izquierda podréis ver el mercado del Tinglado, construido entre 1899 y 1900, con sus arcos blancos reflejados en el río Oria.
El mercado se celebra todos los sábados desde hace siglos. En sus tres escenarios (Tinglado, plaza Verdura y plaza Euskal Herria) ofrece una amplia variedad de productos locales, incluyendo verduras, frutas, quesos, embutidos, y otros productos artesanales.
Al otro lado del puente de Navarra se abre la plaza Vieja (Zaharra), a cuyo alrededor se alza el Ayuntamiento, Un bonito edificio construido en piedra de sillería y ladrillo a finales del siglo XVII.
Nos llamó mucho la atención los edificios de la plaza, pintados de colores llamativos y muy bien conservados. Junto al puente se encuentra el casino de Tolosa, un palacio histórico del siglo XVIII que, tras varios usos, fue adquirido para hacer una sociedad gastronómica, una de las más antiguas del País Vasco.
Junto al Casino se halla el Palacio de Idiakez, uno de los palacios más singulares de Tolosa. Fue construido en 1619 en estilo barroco. La fachada que da al río Oria está construida sobre la antigua muralla.
Cerca de la plaza Vieja, como no podía ser de otra manera, tenéis la iglesia de Santa María, que destaca por su gran tamaño. La portada del baptisterio es del siglo XIII y pertenecía a la ermita de San Esteban. Fue trasladada a esta iglesia en 1918.
La iglesia cuenta con una majestuosa fachada, un hermoso interior con retablos barrocos y una torre que ofrece vistas panorámicas de la ciudad. Desde la orilla del río tendréis una buena perspectiva del templo.
Por detrás de la iglesia se accede al Parque Arqueológico de Tolosa, un espacio único que guarda la memoria de la antigua necrópolis de la Edad Media y de la muralla defensiva. Junto al río, además, aparecen los pilares de un antiguo molino del siglo XIV.
Preside el Parque Arqueológico el Palacio Aranburu, construido en el siglo XVII en estilo barroco. Su fachada es simple, realizada en sillería de almohadilla, y su interior acoge un museo con salas de exposiciones.
A partir de la plaza Vieja comienza el casco antiguo de Tolosa, un laberinto de calles estrechas y plazas encantadoras que conservan el encanto de épocas pasadas.
Agazapada en el centro histórico se encuentra la plaza Verdura, un lugar que desde el medievo tiene funciones de alhóndiga y mercado. Está acristalada y rodeada por arcos.
Tolosa alberga varios palacios centenarios. En la calle Mayor (Nagusia) vimos el Palacio de Atodo, renacenstista del siglo XVI; y cerca de la plaza Berria desfilamos frente al Palacio de Iturriza, construido sobre una parcela de la Edad Media. Destaca su fachada de piedra y ladrillo.
Palacio de Atodo |
Palacio de Iturriza |
En un extremo del casco viejo conocido como Iribarazeta se localiza la plaza Nueva (Berria). Fue construida a principios del siglo XVIII, y está presidida por un kiosco circular.
En esta plaza se ubicó la segunda Casa Consistorial de Tolosa, que hoy es el edificio conocido como Abastos y que alberga, entre otros, una guardería infantil. En la plaza se organizaban todo tipo de festejos y celebraciones, corridas de toros inclusive.
Al sur del casco viejo, en el primer ensanche de Tolosa, se halla la plaza de Euskal Herria, un cuadrilátero de 50 metros por cada lado. Los edificios de alrededor datan del siglo XIX.
Antes de regresar al puente de Navarra pasamos por la plaza de los Fueros. En una esquina de la plaza se encuentra la iglesia de San Francisco, fundada en 1587 en la parte externa de la muralla, en el camino real de Castilla.
En el lado opuesto a la iglesia vimos la Puerta de Castilla, la única puerta que queda en pie de las cinco que tuvo la derruida muralla de Tolosa. El aspecto actual de la puerta es el añadido neoclásico que se realizó en el siglo XIX. El interior del arco es del medievo.