El carril que une Tavascán con la presa de Montalbo por el valle de Lladorre parte de la central eléctrica. Aquí veréis los carteles que anuncian Boavi y Certascán.
El carril de tierra propiamente dicho comienza unos metros más adelante, tiene 5,5 kilómetros de longitud y es muy estrecho, tanto, que si os cruzáis con otros vehículos deberéis extremar las precauciones.
Uno de los alicientes que tiene el carril, por no decir el único, es la cascada de Boldís, un salto de agua que se precipita desde el barranco Ribera de Boldís hasta el río Lladorre.
Tras cubrir los tediosos 5,5 kilómetros por la pista de tierra, en 25 minutos, se llega al aparcamiento de la presa de Montalbo. Aquí deberemos estacionar el vehículo.
Sólo había tres coches estacionados, contando el nuestro, lo que da fe de lo poco frecuentado que es este apartado valle. Una sensación de paz nos embriagó mientras contemplábamos las montañas, plagadas de abetos y hayas, que exhibían los colores típicos del otoño.
Unos metros más adelante hay un segundo aparcamiento, que proporciona buenas sombras, pero nosotros decidimos dejar el coche en la presa y no castigarlo más. Desde el puente anexo sobre el río podremos ver cómo entran las aguas en la presa de Montalbo.
El sendero hasta el Pla de Boavi comienza en la presa de Montalbo, a 1.379 metros de altitud. Nos hallamos en el valle de Lladorre, uno de los espacios naturales más sorprendentes del Parque Natural del Alto Pirineo.
Unos metros por encima del segundo aparcamiento veremos la barrera que cierra el paso a los vehículos no autorizados.
Pasamos por la barrera |
Río Lladorre desde la barrera |
El camino es muy cómodo, a través de una pista forestal que avanza por la margen derecha del río Lladorre, entre altos árboles que parecen abrazar nuestro paso. Aunque de vez en cuando deberemos sortear arroyos que lo inundan todo.
En la subida tendremos ocasión de acercarnos al cauce del río Lladorre, que en algunas zonas se encajona para formar fabulosos saltos de agua.
Transcurridos unos 20 minutos de tranquila subida alcanzamos el Pla de Boavi inferior, una amplia pradera parcialmente encharcada, que presenta grandes espacios entre los árboles.
La pradera era un remanso de paz. No había senderistas, estábamos solos contemplando un paisaje de postal, con el rumor que nos llegaba del cercano río Lladorre al atravesarla.
En la parte alta del Pla de Boavi se encuentra el río de Certascán, que atravesaremos por un puente de madera. Y unos metros más adelante veremos, a nuestra izquierda, el inicio del sendero de Certascán, que conduce al refugio de Certascán y al lago del mismo nombre.
Rio Certascán |
Inicio senda de Certascán |
Nosotros continuamos por el valle de Lladorre. La senda, amplia y de trazado cómodo, asciende por la margen derecha del río Lladorre. En este punto vale la pena contemplar los numerosos rápidos que forma el río.
Para ver el fluir de las aguas en primera persona, podréis situaros sobre un puentecito de madera que une ambas orillas. Aquí tomaréis buenas instantáneas.
Rio Lladorre desde el puente |
Rio Lladorre desde el puente |
A partir del puente de madera la senda se transforma en una esponjosa alfombra verde, jalonada por robustos árboles, con la presencia del correntoso río Lladorre a nuestra derecha. Es un lugar maravilloso.
Las cascadas y el suave ascenso por la senda dejan paso a una amplia pradera rodeada de altas montañas cubiertas de una tupida capa arbórea. Estamos en el Pla de Boavi superior, a 1.470 metros de altitud.
A diferencia de la anterior, esta pradera sí está cubierta de abetos y hayas. Pequeños riachuelos serpentean entre los árboles, con el río Lladorre bajando manso en un extremo del llano.
El pla de Boavi superior es el inicio de nuevas sendas que penetran en el corazón del Parque Natural del Pirineo. Una de ellas, la más famosilla, conduce a la cascada de Broate. Otra vez será.