Oasys MiniHollywood |
55 kilómetros separan San José, en el cabo de Gata, del parque Oasys MiniHollywood, Tabernas. Tres cuartas partes del trayecto se realiza por autovías (A-7 y A-92), y os llevará unos 45 minutos. A la entrada del recinto, en pleno desierto de Tabernas, veréis el aparcamiento cubierto (5€).
El primer recinto que aparece tras sortear las taquillas de la entrada es Fort Apache, el pueblo del oeste que hará las delicias de grandes y pequeños. Primeramente veréis el casino y la parte posterior del banco.
Frente al casino encontraréis una vieja locomotora de vapor; al otro lado de la calle veréis el acceso a la mina del Diablo y, presidiendo la calle principal del pueblo, daréis con la iglesia.
Recientemente, Fort Apache ha conmemorado los 50 años de la creación del plató para la película "La muerte tenía un precio", un escenario que al año siguiente se utilizó para la famosa película "El bueno, el feo y el malo".
Al inicio de la calle principal encontraréis el Saloon, local equipado con aire acondicionado que os permitirá combatir por unos minutos el sofocante calor de agosto. En su interior podréis tomar un refrigerio y, a las horas convenidas, asistir (según aforo) al aclamado baile del cancán y cowgirl.
La parte intermedia de la calle principal está reservada a la plaza del pueblo, presidida por la fuente y la horca. Aquí tiene lugar el espectáculo del oeste, que comienza a mediodía, donde intervienen un puñado de especialistas.
Alrededor de la plaza se levanta la oficina del sheriff, el banco y otros edificios cuyas plantas superiores os permitirán contemplar el show sin que nadie os moleste. Eso sí, llevad gorras y protección solar, porque a mediodía el sol hace mucha pupa.
En un rincón de la plaza, en el interior de una nave, podéis ver una colección de carruajes del oeste, y al final de la calle principal daréis con las vías del tren, el cementerio y el edificio de pompas fúnebres, el que nunca puede faltar en una villa del oeste americano.
Entre Fort Apache y el parque zoológico se encuentra la piscina del complejo, una de las zonas más solicitadas en verano, cuando el calor aprieta. Se recomienda hacer uso de ella una vez hayáis visto Fort Apache; os vendrá bien para sacudiros el polvo.
El recinto cuenta con vestuarios para cambiarse, duchas, jacuzzi, hamacas, chiringuito, una gran piscina con chorros de agua y otra más pequeña provista de toboganes.
A partir de la piscina comienza el parque zoológico. Con la ayuda del mapa iréis descubriendo los distintos recintos que acogen (más bien encierran) a los pobres animales. En agosto, en plena canícula, a muchos de ellos tendréis que buscarlos bajo las sombras.
Como es normal es un parque zoológico, los animales más aclamados son los de origen africano: jirafas, leones, leopardos, hipopótamos, rinocerontes, búfalos, cebras, gacelas...
Os sorprenderá ver un par de cascadas, la primera alimenta el barranco principal que serpentea por el recinto, y la segunda, más espectacular, se precipita por una ladera. Pues bien, ambos saltos son artificiales; gracias al empleo de bombas hidráulicas el agua se reutiliza en un circuito cerrado. A falta de lluvias...