Museo Valltorta |
Esta interesante excursión, que nos ocupó toda una mañana, se inicia en el Museo de la Valltorta, emplazado entre Tírig al norte y el barranco de la Valltorta al sur.
En el museo podréis contemplar varias muestras de arte del paleolítico superior: representaciones de animales y figuras completas, además de la maqueta a tamaño natural de un enorme uro (bóvido). Si queréis visitar de forma guiada alguna cueva de la zona tenéis que reservar entrada (es gratuita) en el mismo mostrador de información. En verano, los horarios de las visitas guiadas son a las diez de la mañana, a las doce del mediodía y a las seis de la tarde. Nosotros reservamos para la cueva de Cavalls.
La cueva de Cavalls se encuentra a 1,4 kilómetros de distancia del museo, en un meandro del barranco de la Valltorta.
Iniciamos la caminata a las doce del mediodía, por una senda de baja dificultad, no apta para vehículos, que partía del aparcamiento del Museo Valltorta.
La senda cuenta con zonas de descanso y, a mitad de camino, podréis ver la recreación de una construcción típica de la época íbera.
Transcurridos veinte minutos alcanzamos el barranco de la Valltorta, desde el que avistamos la cueva de Cavalls.
La entrada a la cueva está protegida por una verja metálica. Tras ella, hay que descender por un estrecho pasillo custodiado por altas paredes rocosas.
Entrada a la cueva |
Entrada a la cueva |
Unas pasarelas metálicas nos condujeron hasta el interior de la cueva de Cavalls. A nuestra izquierda teníamos el barranco Valltorta, que en agosto bajaba más seco que el aire que respirábamos.
Acceso a la cueva |
Barranco Valltorta |
Y al final de la pasarela metálica pudimos, al fin, admirar la pinturas rupestres. Huelga decir que las más importantes fueron arrancadas de la pared y actualmente se exponen en una galería del Museo Valltorta.