El segundo día en Praga comenzó con el insípido e insuficiente desayuno en el Old Hostel. Acto seguido nos encaminamos hacia Nove Mesto, en busca de la parada del tranvía que debía llevarnos hasta la entrada del castillo.
La Puerta de los Gigantes, situada en la plaza de Hradčany, es la entrada principal al Castillo de Praga. Encargada por la emperatriz Maria Teresa I de Austria, está decorada con las esculturas "Batalla de Titanes" del artista Ignác František Platzer.
Fundado en el siglo IX, se trata de uno de los recintos fortificados más extensos de Europa, de hecho está considerado como el castillo antiguo más grande del mundo. Tan grande es, que estuvimos toda la mañana visitando museos, iglesias, palacios, calles de cuento, mazmorras... Sus edificios son de distintas épocas y estilos arquitectónicos.
Lo primero que uno ve cuando entra en el castillo es la catedral de San Vito. Considerada como una joya del gótico checo, fue comenzada en el siglo XIV y acabada a principios del siglo XX siguiendo los planos originales.
En el año 1344 el príncipe y futuro rey de Bohemia Carlos IV colocó la primera piedra de lo que sería la Catedral, que durante siglos fue el lugar de coronación y enterramiento de reyes de Bohemia. Cuesta creer que el edificio fue acabado seis siglos después, en el año 1929.
En el interior de la Catedral, aparte de admirar su nave central y las azuladas vidrieras, descubrimos una franja dedicada a las casas reales de Europa, representadas por escudos. Y allí estaba la Corona de Aragón y Castilla.
Interior de la Catedral |
Vidrieras de la Catedral |
Una de las atracciones de la Catedral consiste en descender a la cripta, espacio reservado a las tumbas de los reyes de Bohemia, y que yo ya viera en mi anterior visita a Praga. El otro acontecimiento, no apto para aquellos que se marean al acometer decenas de escalones en forma de caracol, consiste en ascender a lo más alto de una de las torres de la Catedral. Y eso fue lo que hicimos.
Desde lo alto de la torre, asomados a una diminuta azotea a varios metros de altura, contemplamos la imagen más espectacular de Praga, con los edificios del Castillo a nuestros pies y la Ciudad Vieja al fondo, rodeada por el río Moldava y presidida por el fascinante Puente de Carlos.
Al otro lado de la Catedral se levanta el antiguo Palacio Real. Desde la época de su fundación allá por el siglo IX, el edificio fue creciendo hasta alcanzar el aspecto actual.
La sala gótica de Vladislao es la más importante del Palacio. Alrededor de ella se abren pequeñas estancias, una de ellas acoge la Biblioteca, donde se apilan libros centenarios.
Fundada alrededor del año 920, la basílica de San Jorge, es la construcción eclesiástica más antigua del Castillo de Praga. La habíamos visto desde la torre de la Catedral y, una vez tocamos tierra, tuvimos la oportunidad de descubrir su interior.
Situado en el extremo inferior del Castillo, pegado a la muralla norte, el Callejón de Oro es un pintoresco pasaje con pequeñas casas coloridas que os trasladará a otra época con solo pisarlo.
De hecho, el Callejón de Oro fue otro de los recintos destacados que más nos gustó. Algunas de estas casas de colores albergaban un Museo Medieval, otras se habían convertido en tiendas de souvenirs.
Museo Medieval del Callejón de Oro |
Museo Medieval del Callejón de Oro |
Las casitas también son famosas porque en el número 22 de esta calle, entre los años 1916 y 1917, vivió el escritor checo Franz Kafka. Fue precisamente allí donde escribió su libro "Un médico rural". En el lugar de esta antigua vivienda hoy en día hay una tienda especializada en Kafka.
Callejón de Oro |
Casa de Franz Kafka |