El principal objetivo, tal y como relato en mi libro "Raíles 1: Tulipanes y vikingas", consistió en alcanzar en tren el Círculo Polar Ártico para contemplar el sol de medianoche, con luz constante las 24 horas del día. La magia de Escandinavia y de sus aguerridas vikingas marcó el inicio de nuestra posterior aventura por el centro de Europa, con Suiza como nexo de unión.
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La primera parte del Interrail transcurre por eloeste de Europa, visitando París y Ámsterdam, dos viejas conocidas para mí tras mi reciente viaje de fin de curso a Holanda.
A continuación penetramos en Escandinavia. Pasamos un día en Copenhague, otro en Oslo y luego marchamos hacia el norte de Noruega, hasta Bodo, más allá del Círculo Polar Ártico, en busca del Sol de Medianoche. Antes de partir hacia Estocolmo nos detenemos en Trondheim, la antigua capital noruega.
Una nueva travesía por el Báltico y henos de nuevo en Alemania. Dos días en Berlín marca el inicio de nuestro periplo por los países del Este, cuyo régimen comunista acaba de pasar a mejor vida. Praga, en Checoslovaquia, y Budapest, la encantadora capital de Hungría, con precios muy bajos y controles policíales desproporcionados, condicionan esta parte del viaje.
El centro de Europa nos ocupa la siguiente etapa del Interrail. Ciudades como Colonia, con su magnífica catedral; Múnich, que recorremos en bicicleta; Venecia, con sus canales y sus cientos de turistas; o la hermosa Viena del Danubio Azul, nos permiten comprobar in situ cuán magnánimo es el billete Interrail.
La última parte del viaje la dedicamos casi por completo a visitar hermosas ciudades de la sorprendente y montañosa Suiza: Lausana y su lago; Zúrich, el motor financiero del país; Ginebra y Lausana, a orillas del lago Lemán, y Berna, la brillante capital suiza.
Suiza constituye el nexo de unión para descubrir encantadoras ciudades europeas, como la alemana Colonia, con su catedral gótica; la elitista Costa Azul francesa, capitaneada por Cannes, Niza y Mónaco, y la eterna Roma, ciudad milenaria cuajada de fascinantes templos milenarios y curiosos monumentos.