Esta ruta jerezana, al igual que la anterior, comienza en la plaza del Arenal, una de las más importantes y emblemáticas de la villa, presidida por la estatua ecuestre del dictador jerezano Primo de Rivera.
La plaza del Arenal ha sido testigo de momentos clave en la historia de la ciudad y sigue siendo un punto de encuentro popular tanto para los locales como para los visitantes. Su nombre proviene de la arena que cubría el suelo de la plaza cuando se utilizaba como zona de entrenamiento y justas caballerescas en la época medieval.
Al norte de la plaza del Arenal hay un entramado de estrechas callejuelas que conducen a interesantes edificios. La calle Pescadería Vieja, con sus restaurantes "chic" no os dejará indiferentes, de día y de noche.
En la calle Pozuelo se alza la Pescadería Vieja, un edificio de estilo neoclásico construido en 1799. En principio estuvo diseñado para formar parte de un amplio complejo de mercado, siendo este edificio el único que llegó a levantarse de todo el conjunto.
En 1994 fue restaurado como centro cultural y sala de exposiciones. De hecho, el día que lo visitamos —a finales de septiembre— se exponía una colección de cuadros. La entrada era gratuita.
En el otro extremo de la calle Pozuelo podéis ver el Palacio del Virrey Laserna, una casa-museo perteneciente a José de la Serna, último virrey de Perú y de España en América, que mandó construir este palacio a finales del siglo XVIII.
Al este de la plaza del Arenal, caminando por la calle Lancería, iréis a parar a la animada plaza Esteve, un diáfano espacio reservado a dos interesantes edificios: el mercado Central de Abastos y la iglesia de San Francisco.
El mercado Central de Abastos es una visita obligada, sobre todo si os acercáis entre semana, por la vida que se genera en este emblemático lugar.
La plaza también acoge la iglesia Conventual de San Francisco, que destaca por su portada enmarcada por columnas dobles. Tiene un bonito altar mayor de madera labrada.
Otra visita interesante que podéis realizar alrededor de la plaza del Arenal es a la iglesia de San Miguel, un imponente templo tardo gótico y barroco.
Iglesia de San Miguel |
Iglesia de San Miguel |
La iglesia estaba cerrada, no pudimos ver su impresionante capilla del Sagrario y las imágenes de San Miguel. Otra vez será. Al menos disfrutamos con la majestuosidad que presenta su imponente fachada gótica.
Iglesia de San Miguel |
Iglesia de San Miguel |
En el corazón del barrio de San Miguel, concretamente en el cruce de las calles Empedrada y Ramón de Cala, se halla el Monumento a Lola Flores, una visita imprescindible en Jerez.
La estatua está realizada en bronce con estructura interior de acero inoxidable y está colocada sobre una base de mármol travertino de color crema.
La estatua no es muy grande, podríamos decir que no llama mucho la atención. A su alrededor hay interesantes edificios, como el Palacio de Villapanés, un referente de la arquitectura civil del siglo XVIII. Y en una fachada de la placita podréis ver una pintura mural con la imagen de "la faraona".
Los tabancos son una parte fundamental de la cultura y tradición de Jerez. Se trata de antiguos establecimientos donde se venden vinos a granel, especialmente vinos de Jerez (como el fino, el oloroso, el amontillado, entre otros), acompañados de tapas tradicionales.
Estos lugares son una fusión entre una taberna y un despacho de vinos, y han sido por siglos un punto de encuentro para los jerezanos. Uno de los más famosos de Jerez es el tabanco Las Banderillas, pero éramos muchos y no había sitio para todos.
En la calle San Pablo dimos con el Tabanco San Pablo, una bodega con solera con cuadros taurinos y muros de cal, especializado en montaditos y en vinos en copa. La terraza está en una calle peatonal, ideal si vais con niños.
De camino a la estación de tres nos detuvimos en la arbolada y sombría plaza de las Angustias. En una esquina de la plaza vimos la capilla de las Angustias, comenzada a construir en el siglo XVI a las afueras de la ciudad.
Al sur de las Angustias desfilamos entre dos edificios pertenecientes a las bodegas Díez Mérito y a continuación pasamos por la fachada de la iglesia de San Juan de los Descalzos, construida en 1603 en estilo barroco.
Nuestro epílogo jerezano comienza en la estación de tren, que destaca por su arquitectura de estilo neomudéjar, un estilo popular en la construcción ferroviaria de principios del siglo XX en España. Fue inaugurada en 1854.
El edificio principal de la estación presenta una estructura de ladrillo rojo con detalles decorativos en cerámica y azulejos, típicos del estilo neomudéjar. Las grandes ventanas con arcos de herradura y los detalles ornamentales hacen de la estación un punto de interés arquitectónico de la ciudad.
El destino fue caprichoso. Mientras esperábamos a que llegara el tren del aeropuerto, observé que en la vía de al lado, compartiendo andén, se hallaba estacionado el Al Andalus, uno de los dos trenes de lujo que circulan por las vías de España. El otro es el Transcantábrico.
Situados en una bocacalle de la plaza del Arroyo, los apartamentos Arroyo Catedral estuvieron a la altura: limpios, tranquilos, bien situados frente a la Catedral...
Las habitaciones están dispuestas en torno a un patio limpio y decorado con pinturas en sus paredes. Cabe destacar los dos grandes barriles de vino situados en el centro.
En la terraza hay un pequeño jacuzzi rodeado de sillones y tumbonas dispuestos sobre una verde moqueta, y una zona para tender la ropa. Las vistas de la fachada de la Catedral son sublimes.