Chaorna se encuentra a 1.077 metros de altitud, encajonada en el desfiladero que ha labrado el río homónimo durante miles de años. Si se accede al pueblo desde Aguilar de Montuenga, por el norte, el farallón rocoso es lo primero que a uno le llamará la atención.
En Chaorna, las tradicionales casas con fachada de piedra son el común denominador. Los encalados multicolor que se pueden ver en los pueblos vecinos aquí no tienen cabida. Una de las mejores vistas panorámicas del pueblo la tenéis desde la carretera, entrando por el sur desde Judes.
Las primeras casas de Chaorna se encuentran en la entrada del desfiladero. La carretera pasa entre los edificios, aquí no cabe variante alguna. Es el único 'pero' que tiene el pueblo.
El río Chaorna, que nace en la Fuente Bebedero del pueblo y desemboca en el río Jalón, circula por el fondo de la hoz, a los pies de las casas. El gorgoteo del agua os acompañará mientras camináis por la carretera.
Río Chaorna |
Río Chaorna |
Uno de los edificios más antiguos y emblemáticos de Chaorna es su iglesia patronal, dedicada a San Miguel Arcángel. Está situada en la parte más angosta del desfiladero, a los pies de los altos roquedos.
Iglesia de San Miguel |
Iglesia de San Miguel |
En el punto más angosto del desfiladero las rocas se muestran altivas, nos hacen sentir pequeños. Junto a la iglesia, además, podréis ver algunas covachas de difícil acceso.
En la entrada norte del pueblo también os llamará la atención los restos de la estratégica torre de vigilancia situada en lo más alto de un cerro. Conocida como El Torreón, con toda seguridad se levantó con fines defensivos y de control de acceso al desfiladero.
La abundancia de agua, incluso en periodos de sequía, es uno de los bienes más preciados que tiene Chaorna. El elemento líquido brota a borbotones por los caños de la Fuente Bebedero. Una visita al pueblo debe incluir esta fuente.
En la parte baja de la fuente, alimentado por el torrente procedente del Val de Plumarejos, se encuentra el lavadero público, brillantemente restaurado.
En época de lluvias y de fuertes nevadas, el arroyo que fluye por el Val de Plumarejos cobra vida. Sus aguas se encaminan hacia Chaorna y al alcanzar una alta pared rocosa forman un par de cascadas conocidas como Las Chorreras.
Una senda asciende junto a los dos saltos de agua. Caminar por ella, escuchando el rumor del agua al precipitarse, es otro de los atractivos que esconde este bonito pueblo. Y si hace calor, podréis remojaros los pies en una poza.
La Chorrera superior |
La Chorrera superior |
Se puede llegar al barrio Alto desde la Fuente Bebedero o por el carril que se abre al final de la senda de Las Chorreras. Esta opción, según la época del año, os permitirá degustar ricas moras de las muchas zarzas que encontraréis por el camino.
Habíamos visto el desfiladero desde su base, llámese carretera o barrio Bajo, pero he de reconocer que desde el barrio Alto, a vista de pájaro, la perspectiva es inmejorable. Tendréis a vuestros pies los tejados de las casas del pueblo y, si sobrevuela la hoz algún buitre, lo tendréis a vuestra altura.
La sierra del Solorio se extiende por las provincias de Soria, Guadalajara y Zaragoza. En las cotas altas, que van desde los mil a los 1.400 metros de altitud, crece el sabinar más extenso de Europa, compuesto principalmente por la sabina albar.
Se trata de un territorio ondulante, repleto de suaves colinas y de pequeños valles con riachuelos intermitentes que desaguan en los ríos Jalón y Mesa. Los principales pueblos sorianos del sabinar son Judes, Iruecha y Chaorna, y en Guadalajara tenemos Maranchón y Codes.