Ermita de San Zoilo |
Habíamos pasado toda la mañana y parte de la tarde visitanto las Bardenas Reales; y a la hora de almorzar partimos hacia Carcastillo por El Paso, la puerta norte de las Bardenas. En la taberna Nuevo Siglo de Carcastillo comimos bien y a buen precio.
Teníamos dos opciones para regresar a Sos del Rey Católico: desde Carcastillo, vía Sádaba (ciudad que ya conocíamos) o vía Sangüesa. Y elegimos la segunda opción. Dos kilómetros antes de llegar a Cáseda vimos, entre una espesa arboleda, un viejo edificio religioso: la ermita de San Zoilo.
Avanzamos unos metros por la carretera, para estacionar el vehículo en un aparcamiento autorizado perteneciente a un área de descanso.
Caminamos sobre una alfombra verde de hojas, junto a las barbacoas del merendero, y en breves minutos alcanzamos la fachada principal del edificio religioso.
La ermita está dedicada al santo cordobés "San Zoilo" y declarada en el año 2001 Bien Cultural Protegido. Fue construida durante los siglos XIV y XV gracias al obispo pamplonés Arnalt de Barbazán, Pedro de Olloqui y a los innumerables peregrinos que aquí vinieron.
Las paredes góticas de San Zoilo llevan recibiendo peregrinos desde el siglo XIV. Pero a finales de diciembre, como quedó patente durante nuestra visita, no vimos a nadie. Me pareció que nosotros fuimos los únicos visitantes esa tarde.
La ermita de San Zoilo no dispone de servicio de visitas guiadas. En días laborables y por la mañana se puede conseguir la llave en el Ayuntamiento de Cáseda (948 87 90 04).
Cubrimos en coche los escasos dos kilómetros que separan San Zoilo de Cáseda. Entrando en la villa contemplamos la iglesia de Santa María, que mira al pueblo desde su atalaya. El templo se empezó a levantar en el primer tercio del siglo XVI, aunque su construcción no finalizó hasta pasado 1570.