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Diccionario etimológico y toponímico
Dubrovnik, la Perla del Adriático. Dalmacia - Croacia   4º Interrail   Agosto 2002
ETAPA 7: Puerta Pile I Ciudad Vieja I Puerto viejo I Murallas
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Mi paso por Croacia concluye en Dubrovnik, conocida como 'La Perla del Adriático', una de las ciudades más hermosas y turísticas del país. Durante la guerra que se libró en Yugoslavia en los años 90 se libró de las bombas, y su legado arquitectónico ha perdurado para goce y disfrute de los viajeros que se acercan a ella.

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Calle Stradun de Dubrovnik


Consejos e información útil

  • Trayectos en bus:
    1/ De Ploce a Dubrovnik.
    2/ De Dubrovnik a la frontera con Montenegro.
  • Alojamiento: Apartamento turístico en Dubrovnik.
  • Lo mejor:
    - La muralla de Dubrovnik.
    - El puerto pesquero.
    - A principios de siglo no había muchos turistas en Dubrovnik.
  • Lo peor:
    - Los autobuses que iban a Montenegro te dejaban en la frontera, tirado en mitad de la carretera.



Puerta Pile

Habíamos llegado a mediodía a Ploce, en el barco procedente de Trpanj. En la estación de autobuses adquirimos los billetes para el bus procedente de Split, y transcurridas dos horas justas, partimos hacia Dubrovnik por la carretera que sigue la costa dálmata. A la media hora llegamos a Neum, la única población bosnia con salida al mar. De hecho, Bosnia sólo tiene 10 kilómetros de costa.

Llegamos a Dubrovnic a media tarde. Y como nos ocurriera en Korcula, una muchedumbre se abalanzó sobre nosotros para ofrecernos alojamiento. Nos instalamos en la casa de un lugareño ubicada en un barrio de la periferia (40€ la noche), con viaje de ida y vuelta incluido en el coche del anfitrión. Acto seguido nos dirigimos a pie al centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Y lo primero que vimos, la Puerta Pile de la muralla, nos dejó a los tres impresionados.


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Puerta Pile

La majestuosa puerta Pile, al igual que la alta muralla que rodea la Ciudad Vieja, es del siglo XV. Está precedida por un puente de piedra sobre el antiguo foso. Se trata, por tanto, de la principal entrada al casco viejo de Dubrovnik.


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Puerta Pile

Custodiando a la puerta Pile, en una esquina de la muralla que da al mar, se encuentra la torre Bokar, y en la esquina opuesta, que da a la montaña, se alza la majestuosa torre Miceta, terminada en 1455, una de las más altas de las que integran el recinto amurallado.


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Torre Miceta



Ciudad Vieja

Al otro lado del profundo foso y de la puerta Pile nos aguardaba la Ciudad Vieja, la parte más antigua de Dubrovnik. Su carta de presentación fue la curiosa fuente de Onofrio, de 16 caras, que ha servido para abastecer a la ciudad de agua potable, y que en la actualidad es el principal punto de encuentro de sus habitantes. De la fuente parte la calle Stradun, el principal eje comercial de la Ciudad Vieja.


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Calle Stradun
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Calle Stradun

Al final de la calle Stradun, en la plaza Luza, encontraréis interesantes edificios, como la iglesia de San Blas o el palacio del Gran Consejo (actual Ayuntamiento), construido en el siglo XIV, que se caracteriza por su peculiar torre del Reloj y por su arsenal de mercancías y grano.


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Iglesia San Blas y Ayuntamiento

La plaza Luza está presidida por la columna de Orlando, esculpida en 1478, que se ha convertido en un símbolo del país, ya que en su mástil se ondeaba la enseña nacional de la república croata.


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Isidoro en la columna de Orlando

Desde la plaza Luza, por la calle que discurre bajo la torre del Reloj, os asomaréis al puerto Viejo de Dubrovnik, uno de los lugares más icónicos de la ciudad a lo largo de su historia. Tenéis que pasar por el puerto al atardecer, para contemplar sus barquitas amarradas junto a la puerta que se abre en la muralla (típica imagen de Dubrovnik), y también de noche, pues el muelle se ameniza con las alegres melodías de los músicos callejeros.


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Puerto Viejo

Siguiendo la fachada principal del Ayuntamiento, llegaréis a la Catedral, construida en el siglo XVIII. Y a partir de aquí, podéis callejear por la Ciudad Vieja. Nosotros nos acercamos a la muralla sur, y por una puerta que daba al mar descubrimos el chiringuito Buza Bar, que a última hora de la tarde, con el sol poniéndose, mostraba su cara más alegre y fiestera. Me pareció un lugar encantador.


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Buza Bar (muralla sur)

Callejeando al pie de la muralla sur descubrimos el Dubrovnik más genuino. Aquí no había turistas ojeando mapas, ni tiendas de regalos donde adquirir un recuerdo. Este lugar me pareció más auténtico, pues nos enseñó rincones y escenarios de la vida cotidiana de los lugareños. Bueno, también disfrutamos contemplando la Ciudad Vieja, con la montaña que la separa de Bosnia como telón de fondo.


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Callejeando por la Ciudad Vieja
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Monasterio de San Francisco



Un paseo por la muralla

Un cuarto de hora antes de que echara el cierre, me aventuré a recorrer la robusta muralla de Dubrovnik, un trazado circular de 1.940 metros de longitud (unos 2 km), que tiene una media de 25 metros de altura. Inicié el recorrido por la puerta Pile, que me brindó una fenomenal perspectiva de la calle Stradun, con la torre del monasterio de San Francisco en primer término.


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Calle Stradun desde la muralla

A continuación, caminé con premura por la muralla en dirección montaña. Pasé por la torre Miceta, situada en el punto más alto de la fortificación. Y como no podía ser de otra manera, inmortalicé el momento con mi cámara. Dubrovnik, con los últimos rayos de sol, se mostró ante mí en todo su esplendor. Sus monumentos, sus tejaditos rojos, sus baluartes, su viejo puerto y el azul intenso del mar abrazando tupidas islas boscosas, me dieron a entender que tenía a mis pies una de las ciudades más bonitas de Europa. Fue una lástima que no pudiera concluir mi ruta circular por la muralla. Un empleado mi hizo descender cuando llegué a la puerta Ploce.


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Dubrovnik desde la torre Miceta



Autobús a Montenegro

Al día siguiente, tras tomar el desayuno en la parada de autobuses, partimos de Dubrovnik hacia la frontera de Montenegro en un moderno bus que iba prácticamente lleno. Por esas fechas, este servicio sólo se realizaba los lunes, miércoles y, el día que elegimos nosotros para viajar, el viernes.

El bus siguió la carretera de Dalmacia, que en su tramo final va literalmente encajada entre el mar y la hilera de montañas que hacen frontera con Bosnia. Tardamos 45 minutos en llegar a la frontera entre Croacia y Montenegro, aunque en realidad se trataba de Yugoslavia (integrada por Montenegro y Serbia). Nuestro autobús, ante la ausencia de un acuerdo bilateral entre los dos países, dio media vuelta en este punto. Los pasajeros tuvimos que caminar por la carretera y mostrar los pasportes a los guardias montenegrinos para poder entrar en el nuevo país.


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Frontera Croacia-Montenegro







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