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![]() Bordes de la Casa |
La ruta comienza en la carretera de circunvalación de Encamp, junto al inicio del funicular Funicamp, que es donde se encuentra el apartahotel Shusski. El ascenso por la carretera CS-220 es muy sinuoso, con curvas cerradas que nos hacen ganar altura en poco tiempo.
Y en el kilómetro cinco realizamos un alto, obligado, para asomarnos al mirador Bosc de les Allaus, una estupenda atalaya ubicada a 1.810 metros de altitud, junto a la ermita de Sant Jaume de Cortals.
La ermita de Sant Felip i Jaume de Cortals es una construcción de nueva planta, inaugurada en 1999, cerca de la loma Serrat de Sant Jaume.
Una corta senda, llana y trazada entre un espeso bosque, conduce al Mirador Bosc de Allaus. En los primeros metros pasaréis junto a una torre que presenta una pequeña campana en su cima, tambíen de obra nueva.
![]() Senda del mirador |
![]() Senda del mirador |
La senda nos condujo en pocos minutos hasta el mirador, un balcón natural que nos brindó unas magníficas vistas del valle del Valira.
Si echáis un vistazo a las alturas y el día está despejado, como el caso, podréis admirar el pico Casamanya que, con sus 2.740 metros de altitud, es el más alto e icónico del centro de Andorra, y que tuve la ocasión de escalar años atras.
A unos metros por encima de la ermita de Sant Jaume, nos detuvimos brevemente para admirar un curioso monumento, compuesto por un cuenco y dos altos palos de madera, conocido como el Lugar Pagano, obra de Michael Warren.
Continuamos carretera arriba, hasta alcanzar un hermoso y verde prado. Paramos en la cuneta para admirar una fantástica vista panorámica del valle, con las Bordas de la Casa en primer término. Y como telón de fondo, como si se tratara de un enorme tendido eléctrico, contemplamos el trazado del Funicamp, funicular que asciende de forma vertiginosa por la ladera de la montaña.
La carretera finaliza en Els Cortals (estación media del funicular), a 2.083 metros de altitud, que como reza un cartel informativo, constituye el final de etapa de la Vuelta ciclista a España y de la Volta de Cataluña.
El lugar resultó ideal para almorzar en plan pícnic, con mucho sol y buena temperatura; eso sí, rodeados de hermosas y hambrientas vacas.
En una curva de la carretera, cerca de la estación del funicular, comienza la senda Collada de Enradort. Se trata de un camino que asciende de forma suave por la ladera de la montaña, con el rumor del joven río Deveses a nuestros pies y el perfil de las altas montañas como telón de fondo.
El sendero está desprovisto de árboles que den sombra. Tenedlo en cuenta si lo recorréis en verano. Y como he apuntado antes, su trazado es muy fácil, apto para niños pequeños, al menos durante el primer kilómetro, que fue el tramo que recorrimos nosotros.