Ibón de Escarpinosa |
El sendero comienza a 3,5 kilómetros de Benasque, en el aparcamiento ubicado al inicio del valle de Estós (1.281 m), junto a los barracones que aparecen después del puente de San Jaime.
La senda sigue las marcas rojiblancas del GR-11, que en el tramo inicial está parcialmente cementado. A mano izquierda veréis el embalse de Estós, el único que retiene las aguas de este río antes de unirse al Ésera.
Poco después alcanzaremos el puente o palanca de Aiguacari, un lugar ideal para contemplar la fuerza con la baja el río Estós.
Ahora la pista forestal asciende suavemente por la margen derecha del río Estós. En este punto el valle se abre y nos ofrece lo mejor del hayedo-abetal. Si vais en otoño, como fue nuetro caso, disfrutaréis con los colores del bosque, típicos de esta estación.
Una vez superado el pequeño refugio pastoril de Sentana, a la altura de la fuente de Coronas, veremos la bifurcación al ibonet de Batisielles.
La nueva senda, GR-11.2, gana altura rápidamente por entre un frondoso bosque de hayas. Por dos veces cruzamos la Aigüeta de Batisielles, torrente que nace a los pies de la tuca de Ixeia, que con sus 2.837 metros de altitud se erige en la cumbre más alta de este sector del Parque Natural Posets-Maladeta.
Y por fine llegamos al ibonet de Batisielles (1.850 m), un área encharcada que delata la presencia de un antiguo ibón relleno de sedimentos.
Ahora continuamos por la senda de la izquierda, que conduce a Escarpinosa y a los ibones de Perramó, una ruta que se nos antoja muy empinada y pedregosa. Tras 50 minutos de fuerte subida, alcanzamos el impresionante ibón de Escarpinosa (2.042 m).
Las aguas del lago, oscuras, frías y transparentes, parecen un espejo y reflejan ante nuestros atónitos ojos el fascinante paisaje que nos rodea: abetos, pinos y soberbias alturas rocosas.
El lugar es maravilloso, quizá sea uno de los mejores ibones de montaña que he visto en los Pirineos. Y lo mejor es que no está masificado de turistas.
Ibón de Escarpinosa |
Ibón de Escarpinosa |