Salinas de Armallá se encuentra a unos 15 kilómetros de Molina de Aragón, en la carretera de Checa. La carretera atraviesa las pocas casas que aún quedan en pie en torno a la mina. Aquí podéis estacionar el vehículo.
En Armallá se conservan los almacenes (llamados alfolíes) de sal extraída; el molino mediante el cual se captaba agua cargada en sales, el pozo, el depósito de concentración y las eras de secado. Todo ello estaba cercado por un muro con un único acceso.
Situado en la carretera, el Almacén era el edificio donde se guardaba la sal obtenida. Se trata de una construcción de mampostería de planta rectangular que, por su aspecto románico, podría datar del siglo XIII.
El Almacén es la construcción que más llama la atención del visitante. Los laterales están rematados por contrafuertes que se asemejan a ábsides, y preside la entrada un bonito pórtico sostenido por columnas de madera.
Al final de las casas, frente al Almacén, veréis la Casa del Administrador, uno de los edificios más modernos de todos. Se encuentra en un estado de abandono.
A partir del Almacén, si camináis por el arcén de la carretera, llegaréis al área recreativa de las salinas, compuesta por un par de mesas de madera con sus respectivos bancos. Se echa de menos árboles que den sombra.
Un pequeño puente de piedra sirve de atalaya para contemplar las salinas y el valle del río Bullones, con las laderas de las montañas cubiertas de sabinas.
Desde el puente tendréis una buena panorámica de las salinas, con sus edificios, sus canales para distribuir el agua y sus albercas o estanques, donde el agua cristalizaba por la evaporación del agua.
Las primeras noticias documentadas de estas salinas datan del siglo X, aunque yacimientos arqueológicos de poblamientos antiguos indican que existieron mecanismos rudimentarios para la obtención de sal, desde la época ibérica (siglos VII-II a.C.).
Todo indica que el origen del nombre podría ser árabe, de al milh: "la sal", pues los musulmanes también la explotaron. El apogeo de la mina se sitúa en la Edad Media, entre los siglos XI y XIII. En 1870 pasaron a manos privadas.
En las salinas destaca el Pozo, un edificio de mampostería que protege el pozo del cual se obtenía agua mediante una noria o, en tiempos más modernos, una bomba de agua.
Si tenéis la oportunidad de visitar las salinas, o si vais de camino al Alto Tajo, os recomiendo que hagáis una parada gastronómica en el restaurante de las Salinas de Armallá, que también es fonda, situado junto a la carretera.
El restaurante destaca por su decoración, por la exquisita atención y por los platos de comida tradicional de la zona. Cabe destacar los platos de carne como el secreto ibérico y el rabo de toro, y entrantes como el morteruelo.
El Parque Natural del Alto Tajo se encuentra en el Sistema Ibérico, a caballo entre la parte suroriental de Guadalajara (36 municipios) y nororiental de Cuenca (dos municipios). El principal acceso es por Molina de Aragón, aunque también se puede acceder por Orea, a través de Orihuela del Tremedal (Teruel), y por Tragacete (Cuenca).
TOPÓNIMO DE TAJOHablar del Parque Natural del Alto Tajo es hablar de su diversidad. En este espacio natural tienen cabida una gran variedad de elementos geológicos, en un paisaje lleno de contrastes, en el que destacan hoces, cañones fluviales, simas, lagunas, monolitos y "ciudades encantadas" de roca; además de una gran diversidad florística y vegetal.