Partimos de Ronda a media tarde, por la carretera A-366 en dirección a El Burgo. A las afueras nos detuvimos junto a las ruinas del acueducto de la Hidalga, construido en 1789, que aportaba agua desde los manantiales de los que toma su nombre hasta la ciudad de Ronda a través de un recorrido de 9,5 km.
El acueducto consta de diferentes tramos de arquerías de mayor altura cuando se aproxima a la ciudad. Está construido con ladrillo y mampostería. Al entrar en Ronda atravesaba el Tajo y distribuía el agua en seis fuentes, de las que únicamente se conserva la conocida como fuente de los Ocho Caños.
La segunda parada en la ruta fue en el puerto del Viento, situado a 1.190 metros de altitud. Se trata de una de las zonas de escalada más clásicas de la Serranía de Ronda. En sus 17 sectores, existen vías de varios niveles de dificultad.
Desde el improvisado aparcamiento de tierra veréis los altos roquedos que coronan el puerto. Y si os asomáis a la vertiente opuesta tendréis una buena vista panorámica de la Serranía de Ronda.
El descenso del puerto por la carretera A-366 nos gustó mucho, pues la carretera atraviesa un terreno agreste de la Serranía de Ronda donde no faltan las altas peñas rocosas y los profundos barrancos.
Esta interesante ruta nos permitió observar el paisaje cambiante de la sierra malagueña, desforestado en los primeros kilómetros y poblado de impenetrables bosques de pinos posteriormente, una vez entramos en el Parque Nacional Sierra de las Nieves.
La carretera A-366 bordea el Parque Nacional Sierra de las Nieves por el norte. Nada más entrar en la masa forestal veréis, a mano derecha, el acceso al aparcamiento del Mirador del Guarda Forestal.
Un caminito que rodea un pequeño bosquete une el aparcamiento con el inicio de la senda que recorre el roquedo donde se localiza el mirador. Recorrer este corto tramo no os llevará más de tres minutos.
Una senda bien señalizada, empedrada y de forma circular, bordea el peñasco-mirador. Aunque está protegida con barandillas de hierro, conviene extremar las precauciones al asomarse, sobre todo si vais acompañados de niños pequeños.
Desde la Senda del Mirador podréis contemplar el manto forestal que cubre las cimas del Parque Nacional, que, pese a hallarnos a primeros de enero, no estaban cubiertas de nieve.
La altitud del Parque Nacional oscila entre los 240 metros, en la confluencia del límite del parque y el río Verde (Istán) y los 1.919 metros del pico Torrecilla (Tolox), máxima elevación del espacio natural y de Andalucía occidental.
En la parte más alta del mirador, en la zona de piedras, veréis la estatua del Guarda Forestal acompañado de un niño. Es el símbolo de este magnífico enclave natural.
La tonalidad de los montes del Parque Nacional es caliza, y suele estar asociada a un relieve abrupto y a numerosos abrigos. Antiguamente, la Sierra de las Nieves era el paso natural obligado entre Málaga y Ronda, y estas montañas constituían el refugio para muchos bandidos. Al fondo aparece El Burgo, uno de los pueblos blancos de la ruta.
La de las Nieves es una sierra de gran complejidad geológica, con presencia de una roca magmática muy rara en la corteza terrestre, la peridotita, y un macizo calizo con un sobresaliente modelado kárstico que origina una extensa red de cavidades subterráneas, destacando la sima GESM, con 1.100 metros de profundidad, una de las mayores del mundo.
El Parque Nacional alberga el bosque más importante de pinsapos de la península Ibérica, especie exclusiva del sur de España y del norte de Marruecos, que ocupa algo más de 3.000 hectáreas en la Sierra de las Nieves.
La flora del Parque Nacional es rica y variada en endemismos, y la fauna posee una buena representación de todos sus grupos, destacando la cabra montés y el corzo, las águilas real y perdicera, la salamandra común y el cangrejo de río.