Muchas son las calles que penetran en el compacto centro histórico de Oviedo. Nosotros elegimos la calle San Vicente, que nos permitió admirar la bella fachada barroca del monasterio de San Pelayo.
Varios templos religiosos acaparan la atención en la calle San Vicente: monasterio de San Pelayo, iglesia de Santa María y monasterio de San Vicente. Vamos, que se respira espiritualidad por los cuatro costados.
Y la cosa no acaba aquí. Entre los monasterios y la iglesia de Santa María podréis ver la catedral de San Salvador, gótica de los siglos XIII–XVI, que destaca por su alta torre de 82 metros y sus portadas barrocas.
![]() Catedral de San Salvador |
![]() Catedral de San Salvador |
El retablo mayor de la Catedral es de estilo gótico tardío hispano-flamenco. Está realizado en madera policromada, con 23 escenas de la vida de Cristo. Es una obra de Giralte de Bruselas (1512-1517) y colaboradores.
En la Capilla del Rey Casto se conservan tres cabezas de un Calvario, esculpidas en piedra y datadas a finales del siglo XII. Estas cabezas, que representan a Cristo, María y San Juan, se encontraban originalmente junto con otras esculturas y elementos pintados que ya no se conservan.
En un costado de la fachada principal de la Catedral se halla el Jardín de los Reyes Caudillos, un rincón muy agradable que brinda buenas vistas de la torre del convento de las Pelayas. (He aquí otro edificio religioso).
Siguiendo las indicaciones de nuestro plano urbano, nos desplazamos hacia el sur del casco histórico, hasta alcanzar la plaza de la Constitución. De forma rectangular, esta bella plaza está presidida por el Ayuntamiento y la iglesia de San Isidoro el Real, del año 1576.
Una de las joyas del casco antiguo de Oviedo es la plaza del Fontán, un espacio rectangular porticado, lleno de vida, historia y sabor local. Destaca por su mercado tradicional, su mercado cubierto y sus cafés históricos.
En la Edad Media, la plaza era una laguna natural alimentada por manantiales. Fue desecada en 1523 por razones sanitarias. En 1702 se construyó la primera estructura: un mercado rectangular con soportales para tiendas.
La plaza del Fontán llama la atención por sus soportales y fachadas coloridas. Los edificios porticados, de varios niveles, presentan balcones de madera y reflejan la estética tradicional asturiana.
Otro enclave de Oviedo que no debéis perderos es la plaza de la Escandalera. En ella podréis ver el emblemático Palacio de la Junta. Y como telón de fondo tenéis el Teatro Campoamor, que acoge la gala de los Premios Príncipe de Asturias.
Por último, si queréis relajaros y descansar en un entorno agradable y fresco, debéis dejaros caer por el Campo de San Francisco, el gran parque del centro de Oviedo, lleno de sombras y zonas verdes. Su interior acoge la estatua de Mafalda.
Junto al parque, en la calle Milicias Nacionales, se encuentra la estatua de Woody Allen, realizada en bronce por Vicente Menéndez Santarua en 2003, como homenaje al famoso actor, guionista y director de cine tras su estancia en Oviedo para recoger su premio Príncipe de Asturias.