Esta ruta comienza en la parte trasera de la catedral de Santa Ana, en un bonito rincón conocido como plaza del Cortado, caracterizado por sus amplias escaleras.
De la plaza del Cortado parte la calle del Espíritu Santo, una de las más antiguas de Vegueta. La calle recibe su nombre de la Ermita del Espíritu Santo, una pequeña iglesia situada en la misma calle, que tiene una gran importancia histórica y cultural para la ciudad.
Para alcanzar la fachada principal de la Catedral, en la plaza de Santa Ana, tuvimos que callejear por Vegueta. En la calle del Doctor Chil, que cuenta con buenos ejemplos de la arquitectura tradicional canaria, desfilamos ante la iglesia de San Francisco.
Nos dirigimos a la catedral de Santa Ana por la histórica Calle del Reloj, flanqueada por edificios que han sido brillantemente restaurados. La calle destaca por los detalles en los balcones de madera tallada y por las fachadas con decoraciones en piedra y hierro forjado.
Un rincón imprescindible de Las Palmas se encuentra en la plaza de Santa Ana. Aquí se alza la enorme catedral de Santa Ana, uno de los edificios más importantes de Vegueta. Su construcción comenzó en 1497 y combina elementos góticos, renacentistas y neoclásicos.
La entrada a la Catedral (6€) incluye el ascenso a una de las torres y la visita al Museo de Arte Sacro. Si tenéis ganas de subir escalones y queréis contemplar buenas vistas aéreas de Las Palmas, el precio de la entrada estará justificado.
Esta plaza histórica situada frente a la Catedral es un lugar central en Vegueta. Está rodeada de importantes edificios, como las Casas Consistoriales y el Palacio Episcopal.
La Plaza de Santa Ana es un punto central durante las procesiones de Semana Santa, donde se congregan numerosos fieles y turistas. Durante el Carnaval de Las Palmas, la plaza se convierte en un escenario de coloridas celebraciones y desfiles.
Situado junto a la catedral, el Palacio Episcopal es una de las estructuras más antiguas de la plaza. Su arquitectura refleja la historia religiosa de la ciudad. El edificio ha servido como residencia oficial de los gobernadores de la isla. Su arquitectura es un ejemplo del estilo colonial español.
Localizadas en el centro de la plaza de Santa Ana, y vigiladas por sus fieles perros de bronce, veréis las Casas Consistoriales, un magnífico ejemplo del estilo neoclásico del siglo XIX.
En el lado de la plaza que se asoma a la Catedral se encuentran las icónicas estatuas de perros de bronce. Son uno de los símbolos más reconocibles de Las Palmas.
Otro imprescindible de Las Palmas lo constituye el Museo Canario (5€ -niños gratis-), que contiene la mayor colección de objetos guanches del archipiélago.
El Museo Canario ofrece una fascinante inmersión en la cultura aborigen de Canarias. Se trata de una buena introducción para aquellos que quieran visitar algunos de los asentamientos guanches de la isla.
En las diferentes salas del museo veréis momias, cerámicas, herramientas y otros objetos que narran la vida de los primeros habitantes de la isla.
A pocos metros del Museo Canario se localiza la plaza de Santo Domingo, un remanso de paz que acoge la iglesia del mismo nombre, una de las más antiguas de la ciudad.
Por detrás de las Casas Consistoriales, a pocos metros del Museo Canario, daréis con la plaza del Espíritu Santo. Está rodeada de edificios señoriales, con fachadas adornadas con plantas y flores.
Esta plaza constituye uno de los rincones con más encanto de la zona noble de Las Palmas. Aquí se alza la ermita del Espíritu Santo, del siglo XVII.