Empleamos algo menos de media hora en llegar a Teror desde Arucas. Estacionamos en el aparacamiento público de Teror, situado a pocos metros del centro histórico.
Os aconsejo que abordéis la visita al centro de Teror por el paseo González Díaz. Aquí veréis un buen ejemplo de las coloridas fachadas que se asocian con la imagen de la villa.
A quienes aprecien la arquitectura tradicional canaria les encantará caminar por la tranquila calle Real de la Plaza, con sus bonitos balcones de madera y sus tejados de tejas rojas.
De hecho, lo mejor de Teror fue caminar por su calle Real, contemplando las viejas casonas del siglo XV. La temperatura era agradable esa mañana, debía rondar los 22 o 23 grados, y el cielo estaba parcialmente cubierto de nubes.
El mercado más antiguo de Gran Canaria ofrece una curiosa mezcla de de alimentos tradicionales, baratijas y objetos religiosos. Los puestos se instalan los domingos detrás de la basílica y animan la tranquila vida de Teror. Nosotros visitamos la villa un sábado por la mañana, y sólo habían instalado unos pocos puestos.
Los amantes del ajo apreciarán el sabroso chorizo de Teror. Se vende en todos los bares y restaurantes de la población y en el mercado dominical.
Teror es parroquia independiente desde 1514, se trata de una de las localidades más antiguas de Gran Canaria. Su vinculación con el catolicismo proviene de la aparición de la virgen María bajo un pino, en un bosque cercano.
La virgen del Pino se convirtió con el tiempo en patrona de la isla y muchos peregrinos le rinden homenaje. El centro urbano entró a formar parte del Patrimonio Nacional desde 1979.
Cada 8 de septiembre, Teror se convierte en un bullicioso centro de actividad. Llegan peregrinos de toda la isla para unirse a las celebraciones en honor a la santa patrona.
En la parte posterior de la iglesia del Pino se encuentra la plaza de la Alameda Pío XII, un tradicional lugar de paseo trazado y arbolado hacia el año 1844.
En un lateral de la Alameda se ubica el que fuera Palacio del Obispo en Teror (Palacio Espiscopal), inaugurado, al igual que la iglesia del Pino, en 1767. Buena parte del edificio acoge exposiciones temporales de artistas locales.
Y en otro lateral de la plaza podréis ver el Ayuntamiento, un bello edificio de tres plantas de altura que destaca por su balcón de madera.
La plaza Teresa Bolívar fue construida en 1953 para disponer de más espacio para la fiesta de la virgen del Pino. Está dedicada a la esposa del revolucionario sudamericano Simón Bolívar, cuya familia era natural de Teror. El blasón familiar preside la plaza.