Tardamos unos 5 minutos en llegar a Comillas en coche, procedentes de Oyambre. Estacionamos cerca del parque del Sobrellano, una extensa alfombra verde en cuyo alrededor se localizan interesantes edificios.
Uno de los edificios que destaca en el parque, construido en 1881 por el arquitecto Joan Martorell, es el Palacio de Sobrellano y su Capilla-Panteón.
De estilo neogótico con influencias modernistas, su interior está decorado con muebles diseñados por Antoni Gaudí. Fue un encargo del Marqués de Comillas, por eso se le conoce como palacio del Marqués de Comillas.
Esta histórica aldea de pescadores vivió su principal transformación a partir de finales del siglo XVIII, cuando se instaló en ella la ilustre institución docente Real Seminario Cántabro, y sobre todo, a partir de mediados del siglo XIX, con Antonio López y López, primer marqués de Comillas.
Al norte del parque del Sobrellano, en lo alto de una colina, podréis ver la Universidad Pontificia de Comillas. Fue construida en 1883 en estilo neogótico con influencias modernistas, originalmente como seminario. Fue una de las instituciones educativas más importantes de España hasta su traslado a Madrid.
Junto al Palacio del Sobrellano se alza, majestuoso, el Capricho de Gaudí, edificio modernista con influencia oriental diseñado por Antoni Gaudí entre 1883 y 1885.
Se trata de una casa con una fachada de cerámica amarilla y verde, columnas en espiral y detalles inspirados en la naturaleza. Es una de las pocas obras de Gaudí fuera de Cataluña. A principios de los 90 fue restaurado y convertido en un restaurante.
A continuación recorrimos las empedradas calles del centro histórico. Comenzamos por la plaza de los Tres Caños, que acoge el actual Ayuntamiento y la monumental Fuente de los Tres Caños, construida en 1889 en estilo modernista.
A unas pocas manzanas hacia el este nos situamos en la plaza de la Constitución, un espacio presidido por dos de los edificios más antiguos de Comillas: la iglesia de San Cristóbal y el viejo Ayuntamiento, construido en 1775, del que cabe destacar su estructura de soportales.
La iglesia de San Cristóbal fue construida en el siglo XVII en estilo gótico. Exteriormente destaca por su alto campanario terminado en punta, visible desde cualquier parte de la ciudad.
En lo alto de la colina que rodea el casco histórico, situado sobre una antigua iglesia en ruinas, se localiza el Cementerio modernista de Comillas. En su interior destaca la escultura "El Ángel Exterminador", obra de Josep Llimona.
De camino al cementerio pasaréis por el parque Güell y Matos, que acoge el monumento al Marqués de Comillas y la Casa del Duque de Almodóvar del Río, que destaca por su apariencia palaciega.
Nuestra ruta en coche por la costa occidental nos condujo hasta Suances, villa marinera situada junto a la desembocadura de los ríos Saja y Besaya (discurren unidos), que cuenta con estupendas playas.
En el paseo de la Marina Española, frente a la playa de la ría de San Martín, hallamos una sucesión de buenos restaurantes, que en nuestro caso, resultaron ideales para almorzar antes de continuar hacia nuestro siguiente destino.
En la unión de la ría de San Martín con la playa de la Concha, que se abre al mar Cantábrico, hay un original mirador que brinda buenas vistas del mar, la ría y las dunas que se forman en esta zona del litoral. Una pasarela de madera os permitirá acercaros cómodamente hasta este fantástico enclave.
El litoral cántabro, desde San Vicente de la Barquera (cerca de Asturias), hasta Ontón (a tocar de Vizcaya), alcanza los 200 kilómetros de longitud, que se reparten entre playas (unas ochenta), acantilados y arenales. Esta ruta transcurre por la costa occidental, que presenta espectaculares paisajes naturales y algunos de los enclaves históricos más significativos de Cantabria.