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![]() Plaza Mayor de Prades |
El acceso norte a las Montañas de Prades comienza en La Espluga de Francolí. A dos kilómetros de este municipio se encuentra el monasterio de Santa María de Poblet, uno de los conjuntos monásticos más importantes de Europa.
Realizamos una breve parada en la ruta para admirar fugazmente este bello edificio cisterciense, rodeado de imponentes murallas, que fuera fundado en el año 1151 por orden de Ramón Berenguer IV. No visité su suntuoso interior, que acoge el Panteón Real de los Reyes de Aragón y algunas capillas interesantes. Me habría gustado realizar una visita pormenorizada, pero las Montañas de Prades nos aguardaban a escasos kilómetros. Otra vez será.
Varias sierras de las comarcas tarraconenses de la Conca de Barberá y del Baix Camp conforman las montañas de Prades, un conjunto montañoso que alcanza su cota máxima en el Tossal de Baltasana (1.203 metros de altitud).
El acceso principal a Prades, el principal núcleo poblacional de este espacio protegido, se realiza por la carretera local T-700, una vía estrecha y revirada que se torna más sinuosa una vez se deja atrás el monasterio de Poblet. Para los que os mareáis con facilidad, os aconsejo que toméis biodramina. Y para los que disfrutáis contemplando este bello paisaje de bosques interminables, os sugiero que no piséis mucho el acelerador.
Cuando uno llega a Prades tiene la sensación de encontrarse en una estación de esquí. En las afueras abundan los apartamentos y lindas casitas con tejados a dos aguas coronados por chimeneas. Es la primera carta de presentación de esta villa medieval.
Si vais a Prades en Semana Santa y llegáis a mediodía, como fue nuestro caso, no encontraréis ni un hueco en el aparcamiento municipal y os veréis obligados a dejar el coche algo retirado del centro. Esto os permitirá tener una panorámica del pueblo.
El primitivo Prades estuvo en su día amurallado. Conforme os acercáis al centro histórico veréis algunos tramos de esa vieja muralla de tonos rojizos.
La Creu y el Portal de Terme es uno de los principales accesos al centro histórico de Prades. Este es el punto por donde se accede a la plaza Mayor.
La plaza Mayor está situada en el corazón del centro histórico. Aquí se encuentra el Ayuntamiento, la iglesia de Santa María y la curiosa fuente esférica, una de las más peculiares de Cataluña.
En un lateral de la plaza Mayor se alza la iglesia de Santa María. Fue construida en el siglo XII en estilo gótico, aunque ha sufrido varias reformas a lo largo de los siglos.
La fachada de la iglesia es de piedra rojiza, el campanario tiene una peculiar forma octogonal y el interior cuenta con elementos barrocos que la convierten en un punto de interés destacado.
La Fuente esférica de Prades, construida en el siglo XV y hecha de piedra roja, es uno de los elementos más emblemáticos de la plaza Mayor.
Si camináis por las callejuelas de Prades, por ejemplo por la porticada calle Mayor, veréis el viejo Ayuntamiento (reconvertido en oficina de Correos) y otros edificios caracterizados por su robustas fachadas de piedra.
Aunque en la actualidad solo quedan algunas ruinas, el Castillo es un recordatorio de la importancia histórica que tuvo Prades. Por estar situado en un punto alto, el Castillo ofrece interesantes vistas panorámicas del pueblo y los alrededores.
También os recomiendo que os acerquéis hasta el Portal del Planet del Pont, una puerta de la muralla precedida de un pequeño puente. El Portal era la entrada norte a la villa, el que la conectaba con la Conca de Barberà.
En el Portal podemos ver la casa más antigua de la villa, una construcción datada alrededor del siglo XIII que ha aprovechado los sillares bien escuadrados de las murallas como cimientos y paredes exteriores.
No era nuestra intención, recorrer la Reserva Natural de Prades de punta a punta a través de carreteras poco apropiadas para vehículos a motor. Esta fue la única pega que tuvimos al desplazarnos desde Prades hasta La Riba.
Los pros fueron evidentes: disfrutar de un maravilloso paisaje dominado por extensos bosques y pueblos como Capafonts, levantado en el centro de un anfiteatro natural, en la cabecera del río Brugent.