La entrada a Segóbriga (6€ y 3€ reducida) se realiza por el Centro de Interpretación conocido como Parque Arqueológico. En su interior está el museo dedicado al yacimiento, veréis mapas interpretativos y podréis comprar refrescos en las máquinas. En el exterior, además, hay un merendero.
Desde el Centro de Interpretación deberéis caminar hacia las ruinas, un largo trecho que se ve amenizado por la presencia, a mano derecha, de la Basília visigoda. El templo está muy deteriorado, y apenas se distinguen las tres naves originales.
Los romanos levantaron su ciudad sobre un antiguo campo fortificado de origen íbero que se remonta al siglo V a.C. La voz Segóbriga fue acuñada por estos pueblos aborígenes, primos hermanos de los vascos, y no por imaginarios celtas. Antes de llegar a las ruinas romanas, pasaréis por la necrópolis romana.
Segóbriga es una de las ciudades romanas mejor conservadas del Imperio Romano de occidente. Conserva en buen estado muchos edificios, como el primero que vimos, el Teatro. Se trata de uno de los monumentos más sobresalientes de Segóbriga, aunque realmente esté considerado como uno de los teatros romanos más pequeños de la Península.
Su construcción debió iniciarse en época de Tiberio y se inauguró en tiempos del emperador Vespasiano, hacia el año 78 de nuestra era. Una gran inscripción monumental aparecida entre las ruinas del teatro así lo confirma, de la que se conservan algunos fragmentos que hoy pueden verse en el edificio.
El graderío o cavea, bien conservado, se dividía en tres partes, separadas por pasillos para diferenciar por clases a sus habitantes. La parte superior se apoyaba en la muralla sobre un corredor abovedado bajo el que corría una calle.
El Teatro conserva la orchestra, de planta semicircular, con tres escalones para las autoridades y espacio donde se colocaban los músicos. La scaena o escenario, destinado a las actuaciones, era de madera sobre pilares de piedra, tras el que se alzaba una escena monumental decorada con columnas y esculturas de mármol, presididas por la diosa Roma.
Las Termas del Teatro se localizan entre el teatro y una calle este-oeste, junto a la muralla norte, ocupando un área de 350 m². Se construyeron en la segunda mitad del siglo I a. C.
Las termas conservan la sala para cambiarse de ropa con sus taquillas, una sauna seca circular, donde existió una pila para refrescarse con agua fría, y una sala con bañera de agua caliente, que tenía bajo ella una cámara subterránea por donde circulaba el aire caliente procedente de un horno. Junto a la puerta de la Muralla estaban las letrinas, cuyo canalillo desaguaba al exterior.
El Foro se construyó hacia el año 15 a.C., en época de Augusto. Se diseñó con planta prácticamente cuadrangular como una plaza rodeada de una doble galería porticada por tres de sus lados, presidida por una basílica para impartir justicia al este y un templo al oeste.
El Foro constituía el espacio más representativo de la ciudad y sus élites, donde los pedestales de estatua con inscripciones recogían la memoria de sus orígenes y tradición colectiva.
Los monumentos más antiguos del Foro permanecieron con el paso del tiempo en el mismo lugar en el que se levantaron. Era la manera de que los contemporáneos y las generaciones venideras no olvidasen la historia de la comunidad.
El lado oriental del Foro estuvo ocupado por la Basílica civil, lugar en el que se realizaban las grandes operaciones comerciales y donde los magistrados administraban justicia. Es uno de los edificios administrativos más grandes de la ciudad. Se construyó entre los años 15 a.C. y 10 d.C.
Al norte del Foro, donde el desnivel del terreno requería de fuertes obras de aterrazamiento, se construyó un gran criptopórtico, es decir, una estructura subterránea de gruesos muros, que servía para sostener el Pórtico Norte de la plaza pública de la ciudad.
En tiempos de Vespasiano se levantó el Aula Basilical, un gran edificio situado frente al Foro, destinado a transacciones comerciales. Era de tres naves, sostenidas por diez columnas corintias.
Las Termas Monumentales se construyeron en el siglo I d.C. y estaban destinadas al baño e higiene, al esparcimiento y negocios. Fue el conjunto de baños más grande con el que contó la ciudad.
El imponente Anfiteatro se construyó al mismo tiempo que el Teatro. Ambos monumentos flanqueaban la entrada a la ciudad por la Puerta Principal, situada en su parte superior.
De forma elíptica algo irregular, el Anfiteatro medía 75 metros de largo y es el mayor monumento de Segóbriga, pues en la actualidad permitiría acoger más de 5.000 espectadores.
El graderío quedaba dividido por pasillos longitudinales y escaleras transversales que comunicaban con las puertas exteriores, que descendían hacia el sur y ascendían hacia el norte, adaptándose al terreno.