La pronvincia de Pinar del Río se encuentra en el oeste de Cuba. Posee magníficas playas y cayos, algunos de ellos, como Jutías, rodeados de manglares y de pequeños arrecifes de coral. Aquí os muestro una excursión en moto desde Viñales hasta Jutías, con sorpresa incluida en el Cayo.
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Cayo Jutías
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Consejos e información útil
- Si queréis ver lo mejor de Cuba al margen de complejos hoteleros, os aconsejo que hagáis un tour por vuestra cuenta.
- En toda la isla encontraréis casas de hospedaje particulares con el distintivo nacional. Son económicas, incluyen el desayuno y os darán un trato exquisito, pues están regentadas por familias cubanas.
- En algunas casas de hospedaje os recomendarán alojamiento para cuando os desplacéis a otras ciudades próximas.
- Los turistas disponen de autobuses exclusivos (Vía Azul), aunque esporádicamente también podréis tomar autobuses de cubanos.
- En algunas estaciones de buses puede que os pregunten cuál es vuestro destino. Viene bien responder, por varios motivos:
- Si son empleados de la estación, os reservarán un alojamiento para cuando lleguéis a vuestro destino. Incluso os vendrán a buscar a la parada del autobús.
- Si no son empleados, puede que os ofrezcan la posibilidad de realizar el trayecto en taxi a un precio más económico. Si todo va bien llegaréis con mucha antelación al destino.
- Los taxistas os acercarán a donde les pidáis por unos dólares o euros. Sólo debéis acordar el precio antes de partir.
- Dejad una buena parte del dinero en los hospedajes, hoteles... Llevad encima lo justo para ese día.
- Si queréis probar la auténtica cocina cubana, podéis cenar en los hospedajes y también en los paladares.
- En muchas plazas y parques merodean los "contadores de historias", hombres que suelen aproximarse a los turistas para guiarlos, contarles anécdotas de su pasado y obtener unas propinas. A veces son muy pesados.
Y en cuanto a esta excursión:
- En Viñales podéis alquilar una moto para todo el día por unos dólares. Esto os permitirá moveros por la provincia de forma rápida.
- Prestad mucha atención a la carretera (hay baches, bichos, aves...) y no piséis mucho el acelerador antes de acometer una curva, en previsión de que aparezcan vehículos circulando por mitad de la calzada.
- Llevaos el dinero justo para pasar el día: barrera del cayo, almuerzo, gasolina..., y dejad el resto en la casa de huéspedes.
- Llevad cuidado en los cayos. A mí me robaron la pasta mientras me bañaba y buceaba en las cristalinas aguas de Cayo Jutías. Este es el principal inconveniente de viajar solo.
- Mi intención era regresar a Viñales por la costa, para visitar el cayo Inés Soto, pero tuve que interponer una denuncia en la comisaría de Minas de Matahambre.
- Trayectos:
1/ De Viñales a Pons.
2/ De Pons a Santa Lucía y Cayo Jutías.
3/ De Santa Lucía a Minas de Matahambre y regreso a Viñales.
- Alojamiento: Casa Irure (Calle Rafael Trejo), en Viñales.
- Lo mejor:
- Bañarme en las aguas coralinas de Cayo Jutías.
- La sensación de libertad que me produjo moverme en moto por una carretera alucinante, sin apenas vehículos y jalonada de una verde foresta.
- Lo peor:
- Me robaron dinero en Cayo Jutías mientras me mañaba en la playa.
De Viñales a Santa Lucía
Esta excursión me llevó todo un día, desde las nueve la mañana hasta las cinco de la tarde, hora en que debía devolver la motocicleta que alquilé. Fue una jornada extraña, con baño en un paraíso coralino y robo incluido en dicho paraíso. Cuba era así de imprevisible.
Esa mañana alquilé una moto en el centro de Viñales (19$ con depósito lleno) y partí hacia Cayo Jutías por la carretera de Minas de Matahambre. El primer tramo, hasta Pons, me gustó mucho por la frondosidad del bosque, incluso avisté un buitre en la carretera.
Mi moto en Pons
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Un buitre en la carretera. Pons
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En el segundo tramo, tras sortear un tupido bosque de pinos y campos de cultivo salpicados de altas palmeras, alcancé Santa Lucía, pueblo costero que se asoma a los cayos del Atlántico. Ahora sólo debía encontrar la entrada al cayo.
El pinar de Santa Lucía
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Llegando a Santa Lucía
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Cayo Jutías
A la salida de Santa Lucía encontré el cartel que anunciaba Cayo Jutías. Lo tomé y a los pocos metros me topé con la barrera. Aboné los 5$ de la tarifa de moto y abordé con mucho entusiasmo el terraplén que conducía a la playa de Cayo Jutías.
Cayo Jutías es un paraíso coralino ubicado en la costa atlántica. Cuenta con restaurante, zona de servicios y una playa de aguas cristalinas rodeada de manglares y corales. Tomé el sol, me bañé, buceé y cuando me di cuenta, algún hijo de cubano me sopló la pasta de la cartera (unos 80€). Dieron aviso en la barrera, registraron a tres individuos, pero no hallaron mi dinero. Al menos en el restaurante me compensaron con un almuerzo gratuito.
Minas de Matahambre
En Santa Lucía la comisaría estaba cerrada. Un guardia motorizado me dijo que fuera a Minas de Matahambre a interponer la denuncia. Yo no quería, pero él insistió. No pude regresar a Viñales por la costa, como era mi intención. En Minas, tardé una hora en realizar la denuncia con una vieja máquina de escribir.
Minas de Matahambre
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Minas de Matahambre
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Regreso a Viñales
Devolví la moto en Viñales a las seis de la tarde. Había dejado en Villa Irure el dinero suficiente para pagar mi estancia y regresar en bus a La Habana al día siguiente. No podía realizar excesos hasta llegar a la habanera casa de Víctor, donde tenía el resto del dinero.
Regreso a Viñales