Lago Gento |
La primera parte de esta excursión la realizamos en coche, desde Capdella hasta el aparcamiento situado junto al embalse Sallente, en la parte superior del río Flamicell. Estamos a 1.770 metros de altitud.
A nuestro alrededor se eleva el circo rocoso de 500 m de altitud que, una vez superado, conduce a los lagos de alta montaña de la zona periférica del Parque Nacional de Aigüestortes. Existen dos opciones de sortear esta pétrea barrera: en diez minutos, abordo de un teleférico (en octubre no presta servicios), y a pie, en una hora, opción que elegimos nosotros obligatoriamente.
El ascenso por la ladera del circo glaciar fue muy duro, zigzagueando junto al canal de Pigolo, un pequeño arroyo de aguas cristalinas procedentes de altas cumbres nevadas. Realizamos numerosos descansos, pues estábamos acometiendo la parte más dura de esta ruta.
Superado el canal de Pigolo, sólo tuvimos que seguir las vías de un antiguo ferrocarril minero, conocido como "Carrilet", que asciende por la ladera de la montaña de forma suave.
Tuvimos que atravesar tres túneles encharcados antes de alcanzar el estany Gento, situado a 2.155 metros de altitud. La vía del carrilet continúa por la zona lacustre, al margen de la pequeña presa que retiene las aguas de este prístino lago.
El estany Gento es un estupendo mirador desde el que poder observar, por una lado el embalse de Sallente y la Vall Fosca, y por otro las cimas de casi tres mil metros de altitud que rodean esta zona lacustre de origen glaciar.
El lago Gento es también el origen de varias sendas. Nosotros seguimos las marcas de pintura roja y blanca de la GR-11-20, que siguen la vía de tren. De esta manera, en un prolongado ascenso por un área pedregosa conocida como la Parada de Jou, nos acercamos hasta el espigado estany Tort.
El lago Tort está situado a 2.300 metros de altitud, en un entorno pedregoso rodeado de altos picos nevados. Estábamos a mitad de octubre y, tras el prolongado verano, el lago presentaba una grave deficiencia de agua.
La temperatura, gracias a la presencia del Sol, era agradable. Aprovechamos la bonanza meteorológica para almorzar. La orilla del río Tort, junto a un cruce de sendas conocido como La Portella, resultó ideal para mover el bigote.
Una de esas sendas conducía al cercano lago Colomina. Sólo eran cien metros de ascenso, pero las chicas decidieron quedarse en La Portella. El camino era muy pedregoso, aunque no revestía mucha dificultad.
Transcurridos veinte minutos de azarosa subida, alcanzamos el estany de Colomina, situado a 2.400 metros de altitud, que supuso el colofón a esta maravillosa excursión por la zona de protección del Parque Nacional de Aigüestortes.
El descenso hasta la presa de Sallente fue rápido (dos horas), y se vio recompensado con el avistamiento de fauna local. En el cielo un aguilucho, o quebrantahuesos, sobrevoló nuestras cabezas.
Y en la ladera de la montaña, expectante por ver qué hacía la rapaz, un sarrio adulto permanecía inmóvil, sin saber qué hacer.