La carretera L-500 une Caldes de Boí con la presa de Cavallers, origen de múltiples sendas a los lagos ubicados en la parte alta del valle de Boí. Pero los planes se truncaron cuando llegamos al puente de Toirigo, en el límite de la zona periférica de protección del Parque Nacional de Aigüestortes.
La empleada de la Caseta de Información del Parque nos advirtió que una grúa se había averiado al final de la carretera, cerca de la presa de Cavallers. A la espera de que llegara el vehículo de mantenimiento (venía de Lérida), el acceso estaba restringido.
Estacionamos el coche en el pequeño aparcamiento ubicado junto al puente, al inicio de la senda que conduce al lago Gémena (en la cabecera del valle de Llubriqueto). En la parte superior del valle avistamos la presa de Cavallers, de enormes proporciones.
Los planes iniciales se habían fastidiado a 200 metros de Caldes de Boí, justo en el límite de la zona periférica de protección del Parque Nacional de Aigüestortes. No podíamos alcanzar en coche la presa de Cavallers, y a falta de tiempo, tampoco la podríamos alcanzar a pie por la senda.
Estábamos en el Puente de Toirigo, viendo fluir las caudalosas aguas del Noguera de Tor, observando cómo la carretera se llenaba de coches y de conductores con cara contrariada cuando eran informados de que no podrían subir motorizados al embalse de Cavallers.
Y optamos por abandonar el puente. Cerca de la Caseta de Información, en la margen izquierda del Noguera de Tor, partía la senda que une Caldes con la presa de Cavallers (1 hora). Decidimos aventurarnos por ella.
A unos cien metros de la Caseta de Información dimos con las instalaciones del Centro de Interpretación Ambiental de Toirigo, donde se ofrece la posibilidad de hacer campamentos y estancias en la naturaleza en un entorno privilegiado.
Esa mañana las instalaciones estaban cerradas. No había nadie en el complejo, a excepción de los senderistas que habían optado por alcanzar a pie la presa de Cavallers.
En el fondo del valle abundaban las vacas. Pastaban tranquilamente en los prados que se abrían junto a la orilla del Noguera de Tor. El paraje era de postal, con un pero: las torres de alta tensión que, como si de una cicatriz se tratase, partían en dos el valle hasta la presa de Cavallers.
El embalse de Cavallers o de los lagos de Tor se encuentra a 1.781 metros de altitud. Desde Toirigo sólo pudimos divisar la barrera de cemento de la presa, de 70 metros de altura. Construida en 1960 sobre el lecho de un lago, proporciona agua a la central hidroeléctrica de Caldes de Boí, lo cual justifica las torres de alta tensión.
No caminamos mucho por el amplio sendero, un camino que recorre el fondo del valle bajo los cables de alta tensión. Regresamos a la carretera cruzando un puentecito de madera que salvaba el escaso cauce del barranco de Comaltes.