El Aparcamiento del Planell de Aigüestortes es el inicio de esta interesante ruta que nos llevará hasta el lago de Llebreta. Son unos 200 metros de descenso que realizaremos por la senda GR-11.
La ruta se puede realizar por el carril asfaltado que une el Planell con la Palanca de la Molina, pero, debido a la presencia de taxis (grandes furgonetas blancas), se recomienda seguir la senda.
La senda está correctamente balizada con largos palos de madera pintados con pintura amarilla en su extremo superior.
La ventaja de tomar la senda GR-11 en lugar del carril fue evidente. Evitamos a los coches y, en algunos tramos de la ruta, cruzamos bonitos prados repletos de vacas por los que serpentea el río Sant Nicolau.
La ruta, conocida como "ruta de la llúdriga (nutria)" -por la presencia de este mamífero en las aguas del río Sant Nicolau-, no reviste dificultad, puesto que se realiza siempre de forma descendente.
Al final del Planell de Sant Esperit se perfilan unas singulares rocas de formas redondeadas debido al rozamiento, durante miles de años, de los antiguos glaciares.
En la parte intermedia del descenso, en un prado llano, podremos abastecernos de agua en la fuente de la Cueva del Sardo. El caño está un poco retirado de la senda, daréis con él cuando veáis el cartel indicativo que lo anuncia.
A continuación la senda atraviesa un espeso bosque. Si hace calor, como fue el caso, agradeceréis las sombras que proporcionan los árboles.
Más adelante, a pocos pasos de la cascada de Sant Esperit, mirando hacia poniente, podréis asomaros al Mirador del lago Llebreta. Sus aguas, de un color azul claro, destacan en el verdor del bosque.
El plato fuerte del descenso lo constituye, sin duda alguna, la cascada de Sant Esperit, una de las más espectaculares del Parque Nacional. El río Sant Nicolau aparece en esta zona de forma escalonada, creando profundas gargantas y saltos.
TOPÓNIMO DE ESPERITLa fuerza del agua al precipitarse origina pozas, conocidas como marmitas de gigante, de más de seis metros de profundidad. Este poder erosivo contrasta con el frágil equilibrio de las aguas. Por eso no está permitido el baño ni realizar ninguna actividad acuática.
En la parte final de la ruta, la senda se aproxima al río Sant Nicolau, que en esta zona previa al lago de Llebreta recibe las aguas de varios barrancos, como el barranco de Sarradé.
Tras una y cuarto de descenso alcanzamos el lago de Llebreta, un remanso de agua que tiene 8 hectáreas de superficie, 603 metros de longitud y 11,5 metros de profundidad.
Envuelto en un magnífico bosque de árboles caducifolios, el lago de Llebreta es un lugar espléndido para realizar una breve parada y disfrutar de su belleza y de la quietud de sus aguas.