Ramastué |
La carretera del Solano comienza a las afueras de Castejón de Sos y parte de la N-260 (ruta transpirenaica). Se trata de una vía estrecha que está en buen estado, aunque en la parte inicial hay muchas curvas y el ascenso es muy pronunciado. A vuestra izquierda tendréis la sierra de Chía/Gia, en nuestro caso, apareció cubierta de nieve.
El primer pueblo que visitamos fue Liri/Lliri. Atravesado por el barranco de igual nombre, es famoso por su arquitectura popular.
En la entrada del pueblo (desde Castejón de Sos) se encuentra la Casa La Plana, con torre adosada y portalón blasonado de medio punto.
Y en lo más alto de Liri destaca la iglesia de San Martín, del siglo XVII, aunque su origen debió ser románico. Desde el pórtico de la iglesia tendréis una buena vista panorámica del pueblo y de la sierra de Chía.
Iglesia de Liri |
Iglesia de Liri |
El segundo pueblo al que nos acercamos esa soleada mañana fue Ramastué. Erigido a 1.420 metros de altitud, es la villa más alta de esta ruta, por lo que las vistas panorámicas del valle no os dejarán indiferentes.
La iglesia de Ramastué, dedicada a Santa Eulalia, está declarada en ruinas, pero merece la pena acercarse a ella. Si la rodeáis podréis ver a una pequeña fuente.
Iglesia de Ramastué |
Iglesia de Ramastué |
A la salida del pubelo, en dirección a Eresué, veréis praderas del verde eléctrico que tanto se asocia al Pirineo. Y como trasfondo, siempre la nevada sierra de Chía.
El último pueblo de esta ruta que visitamos fue Eresué (Erisué, en el idioma patués). Merece la pena recorrer sus calles para contemplar su arquitectuca popular, ejemplarizada en la Casa Nagüe.
Pero lo que más destaca de Eresué, por encima de todo, es su iglesia románica, dedicada a San Juan Bautista. Se trata de un pequeño templo erigido en el siglo XII, con influencias lombardas y con entrada a través del cementerio.
Campanario de la iglesia. Eresué |
Detalles lombardos de la iglesia. Eresué |
A la salida del pueblo (dirección Benasque) volvimos a tener unas excelentes vistas del valle de Benasque, con todas sus cimas cubiertas de un manto blanco.
Finalmente, siguiendo la carretera en dirección a Benasque, nos detuvimos en el mirador de San Sadurní, que nos brindó magníficas vistas del valle de Benasque, con el pueblo de Sahún/Saunc a los pies de la sierra de Chía/Gia.