La Catedral actual comenzó a construirse en 1525, durante el reinado de Carlos I de España, en el mismo lugar donde se encontraba una antigua catedral románica destruida durante la Guerra de las Comunidades (1520-1521). La entrada al edificio se encuentra frente a la plaza Mayor.
No acostumbro a pagar para ver templos religiosos. Pero últimamente estoy haciendo muchas excepciones. Una de ellas fue para ver el interior de este edificio, conocido popularmente como la Dama de las Catedrales por sus dimensiones y su elegancia.
La Catedral de Segovia es un notable ejemplo del gótico tardío, también conocido como gótico flamígero, con influencias renacentistas en algunas de sus partes posteriores.
La Catedral cuenta con más de 100 vitrales, la mayoría realizados entre los siglos XVI y XVII. Representan escenas bíblicas y santos, y son un ejemplo impresionante del arte del vitral gótico. Y en los laterales podréis ver numerosas capillas, cada una con su propio estilo y dedicación.
El claustro fue trasladado piedra a piedra desde la antigua Catedral. Es un hermoso ejemplo del gótico, con arcos apuntados y tracerías.
Suele ocurrir con los edificios grandes; cuanto más te acercas peor los ves y cuanto más lejos te sitúas, más los disfrutas. Con la Catedral ocurre algo parecido; la veréis mejor desde el Alcázar, en este caso, con la sierra de Guadarrama nevada como magnífico telón de fondo.
Nos habíamos alojado en el hotel Plaza de la plaza Mayor. Estábamos en el corazón de Segovia, y teníamos a tiro de piedra todos los monumentos. Y lógicamente, admiramos con todo lujo de detalle esta bella plaza de planta rectangular, construida en el siglo XVII.
La plaza Mayor alberga la histórica iglesia de San Miguel, la Catedral, el Ayuntamiento y el teatro Juan Bravo. Precisamente, frente a la fachada del teatro podréis ver la estatua de Antonio Machado, uno de los grandes poetas españoles.
El casco viejo de Segovia se recorre perfectamente a pie. Los principales monumentos están relativamente cerca de la plaza Mayor. A través de calles peatonales dimos con plazas como la de Medina del Campo, con sus escalinatas y sus animadas terrazas.
Otro monumento que también admiramos, situado por detrás de la Catedral, fue la Puerta de San Andrés, uno de los siete accesos mediante arcos al antiguo barrio Judío.