La Vía Nova Trajana es el camino que trazaron los romanos por territorio jordano. Al norte de Ammán coincide con la actual autopista 35, vía que, durante muchos kilómetros, nos condujo hasta el castillo de Ajlun y Jerash.

A mitad del recorrido alcanzamos el valle de Az-Zarqa, irrigado por el río homónimo. Hicimos un alto para descansar y contemplar las aguas del río, que tenían un inusual color rojo —parecía el río Tinto— y que contrastaban con las laderas cubiertas de una verde foresta.

El castillo de ajlun fue construido en 1184 en lo alto de una loma por orden de Izz ad-Din Usama, un general del famoso líder musulmán Salah ad-Din (Saladino).

Su función principal era vigilar las rutas comerciales y defender la región contra las incursiones cruzadas. Fue ampliado y reforzado por los mamelucos en los siglos siguientes.


El Castillo destaca por sus torres, almenas, pasadizos y muros gruesos, típicos de la ingeniería defensiva medieval. Esa mañana de noviembre la lluvia nos acompañó durante la visita, propocionando un brillo especial a la piedra.
![]() Acceso al Castillo |
![]() Puerta de acceso al Castillo |
El guía que habíamos contratado, Ibrahim, nos guio por la fortaleza. Primeramente nos mostró el puente levadizo, los fosos y los sistemas de vigilancia.

En el interior del Castillo, Ibrahim nos acompañó por túneles y escaleras estrechas que conectaban varias secciones. En el museo vimos artefactos arqueológicos, armas antiguas, monedas islámicas y elementos cerámicos.

A lo largo de su historia el Castillo ha sufrido daños por terremotos, especialmente en 1837 y 1927, pero, como quedó patente esa mañana, ha sido brillantemente restaurado.

Durante la visita al Castillo no dejó de llover. Pasamos algo de frío cuando estuvimos al aire libre, en la azotea. Es lo que tiene viajar en noviembre.

Desde lo más alto de la fortaleza divisamos un hermoso paisaje de altas montañas y profundos valles. Ibrahim nos dijo que el valle del río Jordán quedaba muy cerca, pero que no se podía avistar por estar bajo el nivel del mar.

Esa mañana, con la niebla baja, la fortaleza ofrecía unas vistas panorámicas espectaculares del valle del Jordán. El guía nos recordó que el Mar de Galilea se hallaba a pocos kilómetros en línea recta (llegar en coche era otra historia).

Esta ruta por Jordania transcurre por Decápolis, o lo que es lo mismo, por el norte del país. Comenzó en Ammán y continuó por la llamada Vía Trajana Norte, hasta el castillo de Ajlun y las ruinas de la antigua ciudad greco-romana de Gerasa.

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