En la plaza de la Seo, junto a la portada de la catedral del Salvador, se encuentra el acceso al Foro romano, construido entre los siglos I a.C y I d.C.
Tras adquirir los tiques y bajar las escaleras, accedimos a los restos arqueológicos, que datan de finales del siglo I a.C. Ante nosotros apareció el Foro, el núcleo vital de la ciudad romana, el centro de la vida religiosa, civil, económica y política, así como de la administración municipal.
El recinto arqueológico se compone de dos niveles, en la planta sótano se encuentran los restos del Foro Romano de Caesaraugusta, construidos durante la época del emperador Augusto.
En esta planta se realiza la proyección audiovisual, que cuenta cómo era la vida en el Foro y da una visión de la importancia que tenía para los romanos. También se muestran algunos de los hechos históricos que sucedieron en este mismo lugar hace más de 2.000 años.
En este nivel vimos la exposición permanente del museo, formada por una serie de maquetas que representan cómo era el Foro en la época romana y nueve vitrinas en las que se exponen restos cerámicos de la época de Caesaraugusta encontrados durante las excavaciones. Destacan varios fragmentos de tuberías de plomo de la época romana que corresponden a un tramo de 26 metros que suministraba agua a una fuente central.
Otra construcción que llamó mucho nuestra atención fue el interior de la gran cloaca que mandó construir Tiberio, y que servía para la evacuación de las aguas residuales de la ciudad transportándolas hasta el río Ebro.
Desde el centro de la planta sótano habíamos visto el exterior de la cloaca. Y nada nos hacía pensar cómo sería el interior. Y me sorprendió gratamente, sobre todo pur sus grandes dimensiones. El tramo interior abierto al público se encontra en perfecto estado, incluso podías caminar por él.
Generalmente, el Foro se situaba en el cruce de los ejes viales principales de la ciudad: cardo y decumano, pero en Zaragoza se desplazó hacia el Ebro, sin duda por la actividad mercantil que la propia vía fluvial debió de generar, siendo el centro receptor y distribuidor de las diferentes mercancías.
En la entreplanta del museo se encuentran los restos que corresponden a la plaza y pórticos del gran Foro de la época del emperador Tiberio. Aquí pudimos observar el trazado de las dos cloacas, el canal de desagüe y las zapatas de cimentación de los pórticos.
En esta planta, varios paneles explicativos, junto a una representación de locales comerciales de la época, ayudan a comprender cómo era el gobierno de la ciudad.
Los foros se organizaban a partir de un gran espacio abierto, pavimentados con grandes losas y rodeados de uno o varios pórticos circundantes, en torno a los cuales se distribuían los edificios más significativos: la Curia (edificio de carácter político), la Basílica (carácter jurídico y administrativo) y el Templo (carácter religioso).
Junto al Foro y al resto de templos estaban las tabernas, locales dedicados a usos comerciales, siempre situados fuera del gran recinto forense, y otros edificios relacionados con la administración.