Las Termas |
Un kilómetro y medio separa, por carril de tierra, Layana del barrio Septentrional de Los Bañales, fácilmente identificable gracias a las dos columnas que aún quedan en pie.
Los Bañales esconde los restos de una ciudad romana, de nombre aún desconocido (esto demuestra el apego que tenían los nativos íberos a los romanos), y que, en relación a una importante vía, hoy desaparecida, tuvo su desarrollo histórico entre el siglo II a.C. y el III d.C. con episodios de reocupación hasta el siglo IX d.C.
Declarada Tesoro Artístico Nacional en 1931 y Bien de Interés Cultural en 2003, Los Bañales constituye la principal -pero no la única- ciudad romana que hubo en la comarca de Las Cinco Villas.
Esta antigua ciudad romana debió formar parte del territorio que los textos clásicos atribuyen a los Vascones, un pueblo que ocupó los territorios de la actual Navarra, las Cinco Villas, el Pirineo, etc, etc.
Caminando por el barrio Septentrional descubrimos un par de calzadas con pasos de cebra, dos columnas pertenecientes a algún templo o domus y distintos espacios residenciales.
Caminamos unos cien metros por la pista de tierra, hasta el yacimiento que acoge el Foro y las Termas. Y en un plano inferior vimos la abandonada ermita de Nuestra Señora de Los Bañales, edificio que no encaja en este yacimiento romano, pero que a la Iglesia no pareció importarle a la hora de lenvatarlo.
En 2008 comenzó un proyecto de excavaciones arqueológicas de las ruinas, a cargo de la Fundación Uncastillo, que ha sacado a la luz gran parte del recorrido del acueducto, ha revisado las termas conocidas de antiguo, ha localizado un barrio artesanal y, sobre todo, está interviniendo sobre el Foro de la ciudad, una de las más monumentales del Aragón Romano.
Al foro se accedía a través de varios pórticos dobles con escaleras, visibles desde la calle que subía al poblado en el cerro de El Pueyo.
Rodeando el Foro veremos recintos de culto, el templete de la Victoria, la Curia Municipal y grandes zonas de tiendas (las tabernas comerciales).
A lo largo del año se organizan varias jornadas de puertas abiertas en las que el propio equipo científico del proyecto os guiará y os mostrará esta magnífica ciudad romana.
En La 2 de TVE emiten de vez en cuando un programa basado en la ingeniería romana, en el que a un pobre locutor (que tiene más pinta de español que el alcoyano) le han doblado la voz (algo muy cutre y lamentable). Uno de esos episodios hablaba de los acueductos, y de cómo consiguieron los romanos abastecer de agua a Los Bañales y, sobre todo, a sus termas.
Y es que Los Bañales estaba dotado de unas impresionantes termas, construidas a finales del siglo I d.C., y de un acueducto que transportaba el agua a la ciudad desde un posible embalse próximo.
Dando una vuelta alrededor del edificio termal nos daremos cuenta de la inmensidad de esta obra, a cuyo interior no se puede acceder por estar todo el perímetro vallado.
Para ver el impresionante acueducto de Los Bañales, deberéis coger el coche y avanzar por la pista de tierra unos 900 metros, aunque también podéis cubrir esta distancia a pie.
En mitad de los sembrados, como si de altos molino de viento se tratara, veréis varios pilares del acueducto que llevaba el agua a Los Bañales desde una presa excavada entre 2009 y 2011 en el paraje de Cubalmena.