Puerto de la Palombera |
Dos coches fueron necesarios para acometer este largo viaje desde Cornellá hasta Bustablado, pues ocho éramos los integrantes de esta aventura. Cubrimos casi de un tirón los 700 kilómetros que nos separaban de Reinosa, ciudad ubicada en la comarca de Campoo-Los Valles.
Entramos en Cantabria vía Burgos, remontando el río Ebro hasta el embalse del Ebro. Poco después estacionamos el coche en Reinosa.
Embalse del Ebro |
Río Ebro en Reinosa |
Habíamos llegado a tiempo de dar un garbeo por la calle Mayor, que nos condujo hasta la céntrica plaza del Ayuntamiento. Sin más dilación, amenizamos nuestra llegada con un fabuloso almuerzo sopero en un restaurante del centro. En los primeros platos no faltó una buena sopa caliente. Teníamos que combatir de alguna manera el intenso frío que reinaba en la comarca.
Calle Mayor de Reinosa |
Ayuntamiento de Reinosa |
A continuación realizamos una corta excursión por el sur de la comarca. Saliendo de Reinosa, nos dirigimos al municipio de Cervatos, para ver por fuera y por dentro (pedimos la llave) la colegiata de San Pedro, de estilo románico.
Cervatos |
Colegiata de San Pedro |
El templo, construido en 1129, destaca por los capiteles y, sobre todo, por los canecillos que coronan los muros con multitud de temas, entre los que sobresalen los de temática erótica, que constituyen el mejor ejemplo de motivos obscenos de este período en España.
Canecillos de la cornisa |
Detalle de los canecillos |
Seguidamente, remontamos el río Ebro desde Reinosa para contemplar su nacimiento, en Fontibre. Para Isabel y para mí era la segunda vez que pisábamos este mágico escenario.
TOPÓNIMO DE EBROCerca de Fontibre se encuentra la carretera que une el valle del Ebro con el valle de Cabuérniga, o lo que es lo mismo, Fontibre con el río Saja. A mediados de abril, la divisoria de Las cuencas del Ebro y del Cantábrico (puerto de la Palombera) estaba a tope de nieve, menos mal que la vía estaba abierta.
Puerto de la Palombera |
Puerto de la Palombera |
A media tarde, tras superar el nevado puerto de la Palombera, descendimos por el valle de Cabuérniga al encuentro del río Saja, cauce que sólo dejamos para desviarnos hacia nuestro siguiente destino: Bárcena Mayor, el pueblo más importante de estos valles, declarado Conjunto Histórico Artístico desde 1979 por sus casas de arquitectura tradicional.
Bárcena reúne un buen puñado de casonas levantadas en torno a la iglesia de Santa María. Recorrimos sus calles empedradas admirando esta arquitectura serrana, bajo un frío acusado, que se hizo más intenso conforme nos acercábamos al río Argoza.
Finalmente, tras completar todas las excursiones que nos habíamos propuesto, alcanzamos la casa rural Seldelhaya, en Bustablado, pedanía perteneciente a Cabezón de la Sal donde habíamos fijado nuestra residencia en Cantabria. La aldea se hallaba medio escondida entre suaves colinas cuajadas de un verde electrizante, por donde fluían pequeños riachuelos y por donde pastaban numerosos rebaños de ovejas. Era un lugar tranquilo, ideal para aquellos urbanitas que buscan paz y sosiego al margen de la ciudad.