![]() |
![]() Procesión junto al castillo |
Entramos en El Bierzo por el puerto del Manzanal (1.225 m), en la autovía A-6, ruta que sigue el Camino de Santiago desde León y Astorga. Y al caer la noche alcanzamos Ponferrada, ciudad que debe su nombre a un puente de hierro construido sobre el Sil a finales del siglo XI para facilitar el paso de los peregrinos hacia Santiago de Compostela (según la versión oficial, porque la versión euskérica seguro que nos diría otra cosa).
Esa noche, y las siguientes que pasamos en El Bierzo, nos hospedamos en el hotel El Castillo, en pleno centro de Ponferrada. El alojamiento fue exquisito: céntrico, excelente atención, aparcamiento gratuito en las calles próximas y buena relación calidad-precio.
![]() Hotel El Castillo. Ponferrada |
![]() Hotel El Castillo. Ponferrada |
Esa noche salimos a reconocer el centro histórico de Ponferrada, que se levanta en torno a su castillo templario del siglo XIII. Mereció la pena ver sus muros iluminados.
Y bajo la luz de las estrellas vimos la basílica de la Encina, la muralla medieval, la Torre del Reloj (antigua puerta de la ciudad, del siglo XVI) y la Casa Consistorial, del año 1692.
![]() Basílica de la Encina |
![]() Torre del Reloj |
Al día siguiente volvimos a interactuar con el casco viejo de Ponferrada. No era nuestra intención, pero nos topamos de lleno con una multitudinaria procesión de Semana Santa. La vimos pasar junto a la muralla del castillo, en silencio, como manda la tradición, sobrecogidos ante semejante acto de fe.
Y como manda la tradición, una vez pasó la procesión, entramos en varios bares próximos a la Torre del Reloj para degustar exquisitas torrijas regadas con excelente limonada casera.
Una estancia en Ponferrada no se entiende sin la visita a su castillo templario, construido en el siglo XIII. Recorrimos el patio y la muralla, y desde altas torres vimos el foso, la ciudad y los montes Aquilianos cubiertos de nieve. Fue maravilloso, como también lo fue el reportaje fotográfico que realicé, pues la fortaleza bien lo merecía.
Muy cerca del castillo almorzamos en Casa Las Bombas, un restaurante ambientado en época medieval, poniendo la guinda a una estupenda estancia de tres días en Ponferrada.