El día de nuestro regreso a Barcelona había llegado, pero nos resistíamos a abandonar Guipúzkoa por las buenas. Esa mañana nos adentramos en el valle del Oria, vía Hernani, para descubrir la comarca de Tolosaldea. Tolosa, su capital, puso el colofón a seis maravillosos días en Euskadi.
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Río Oria. Tolosa
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Consejos e información útil
- El coche particular fue el medio de transporte que utilizamos para recorrer Guipúzcoa de arriba abajo. Echamos mano de un GPS, de otra forma habría sido muy complicado alcanzar los destinos.
- Los precios de menús, raciones y pinchos son muy caros en el País Vasco. Vigilad el tema de los pinchos, son exquisitos manjares a precios un tanto elevados.
- Hernani fue y es un bastión abertzle de primer orden. No teníamos claro si visitarla o pasar de largo, pero al final optamos por echarle un vistazo.
- En Hernani y otras poblaciones vascas habíamos visto banderas independistas catalanas ondeando en mástiles de plazas públicas, lo cual, como catalán que soy, no me hizo ninguna gracia. No todos los catalanes somos indepes.
- Tolosa es un encanto de población. Su casco antiguo merece una visita pausada.
- En la medida de lo posible, si tenéis que emprender la marcha vía Pamplona, os aconsejo que partáis de Tolosa por la carretera de Berastegui (valle de Elduarain). El paisaje verde os enamorará.
- Trayectos:
1/ De San Sebastián a Hernani.
2/ De Hernani a Tolosa.
3/ Valle de Elduarain: Elduayen/Elduain y Berastegui.
- Alojamiento: Hotel Ametzagaña, en San Sebastián.
- Lo mejor:
- El centro histórico de Tolosa.
- La carretera de montaña que discurría entre Tolosa y Berastegui.
- Volver a Barcelona por el interior de la provincia de Huesca, al margen de autopistas.
- Lo peor:
- Una prueba ciclista en Tolosa nos demoró varios minutos.
Hernani
No teníamos prisa en llegar a Tolosa. La autovía A-15 y, posteriormente la A-1, nos permitirían movernos con soltura y rapidez entre los valles del Urumea y el Oria. Hernani, situada a unos pocos kilómetros al sur de San Sebastián, nos recibió de buena mañana, una vez tomamos el póstumo desayuno en el hotel.
Estacionamos de forma gratuita en los alrededores del centro histórico, conformado por un entramado de calles longitudinales trazadas en paralelo a la calle Mayor o Nagusia. Accedimos a la calle Mayor por la plaza de Agustindarren, lugar donde se alza el convento de San Agustín, y a continuación caminamos hasta el otro extremo de la calle para contemplar el Ayuntamiento y la iglesia de San Juan Bautista, principales edificios de la ciudad. Hernani constituye uno de los conjuntos de interés histórico-artístico de Euskadi, pero, todo hay que decirlo, a nosotros no nos entusiasmó.
Nota: En el centro de la plaza Agustindarre (convento de San Agustín) ondeaban dos banderitas: una vasca y otra "estelada", o sea, una bandera catalana, o aragonesa, o valenciana, o mallorquina, o de Viana... con el añadido de una estrellita en un extremo. De la bandera vasca no tengo nada que objetar, pero sí de la otra, puesto que yo soy catalán. No entiendo por qué ondea en un mástil de Hernani (Euskadi) un trozo de trapo que no nos representa a la mayoría de los catalanes. No es necesario que algunos vascos, repito, algunos vascos metan las narices en asuntos que no les conciernen. El tema catalán, es eso, un tema catalán.
Por cierto, también vi banderas con la mencionada estrellita colgando de balcones y ventanas, pero bueno, cada uno es libre de colocar en su casa lo que quiera. Mientras no moleste al vecino. En la foto que tomé de la plaza Agustindarre apliqué photoshop, así que en esta web no veréis la bandera indepe.
Tolosa
Fue un paseo llegar a Tolosa por la autovía A-1. Situada a orillas del río Oria, esta ciudad, a diferencia de Hernani, cuenta con un extenso e interesante casco viejo, no en vano fue capital de Guipúzcoa en el siglo XIX.
TOPÓNIMO: En España hay 50 lugares que contienen el elemento "Tolosa" en singular y plural, formando palabras como Tolosana, Bartolosa, Labitolosa..., y en Francia tenemos Toulouse, otra Tolosa camuflada. Javier Goitia reconoce que todos estos topónimos son de origen vasco, euskérico, (nada de aquitano ni ibérico, como dicen los franceses para describir la etimología de su ciudad). En el caso de la guipuzcoana Tolosa del Oria, debido a la alteración superficial del lugar con el paso de miles de años, podría venir de:
DOL/TOL/TOR = "estrujamiento, plegamiento" + OS = "poza" + A = "artículo".
TOLOSA significaría "una zona de pozas" en el río Oria, o al menos así podría ser hace miles de años.
Estacionamos el vehículo entre el convento de Santa Clara y el río Oria, en una zona azul habilitada al otro lado del casco viejo. A través del puente de Navarra (s. XIII) accedimos al centro histórico, yendo a parar de bruces al mercado del Tinglado y a la plaza del Ayuntamiento.
Nota: Por cierto, leed la plaquita que han colocado al pie del mástil que preside la plaza del Ayuntamiento. La mitad derecha, cosa extraña, está escrita en castellano, y en pocas palabras viene a decir cuán doloroso les resulta a los tolosanos que ondee la bandera española en el balcón de la Casa Consistorial. Sin embargo, del pastizal que les ha costado colocar el mástil y la placa en mitad de la plaza, nadie se queja.
Vimos la parroquia de Santa María y a continuación fuimos callejeando para descubrir diversas casas y palacios de interés: palacio Idiakez (x. XVII), palacio Aranburu (s. XVII), palacio de Atodo (s. XVI), Casa Lapaza (s. XVIII), palacio Iturriza (XVI)... También desfilamos por tres plazas singulares: Nueva (Berria), Verdura y la porticada Euskal Herria. Tolosa fue un gran descubrimiento.
Valle de Elduarain
Tolosa es la puerta de entrada al Goierri, la comarca guipuzcoana situada a mayor altitud. Pero no pudimos ir por falta de tiempo. Pueblos como Segura, Idiazabal o Beasain quedaron en el tintero. Nuestra vía de escape a Barcelona, vía Huesca, comenzó a mediodía, partiendo de Tolosa por el valle de Elduarain, un fantástico vergel irrigado por el río Zelai.

Valle de Elduarain
El color verde intenso de los prados y de las masas forestales sustituyó de inmediato al gris de Tolosa. La comarcal GI-2130 ascendía paulatinamente por un hermoso valle salpicado de ovejas y de pequeñas aldeas como Ibarra o Berrobi. Nos detuvimos brevemente en Elduayen/Elduain, pueblo que da nombre al valle.

Ayuntamiento de Elduayen
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Iglesia de Elduayen
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Posteriormente, valle arriba, volvimos a detenernos en el encantador y diminuto Berastegui, pueblo que parecía estar anclado en el tiempo.

Berastegui
Desde la céntrica plaza Mayor de Berastegui avistamos la verde pradera por la que se deslizaba el joven río Zelai.

Ayuntamiento de Berastegui
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Plaza Mayor de Berastegui
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