El Peloponeso es grande, muy grande. Alberga importantes sitios arqueológicos: Epidauro, Micenas, Acrocorinto, Esparta, Olimpia...; interesantes localizaciones en forma de ciudades como Langadia y Nauplio, y grandes hazañas humanas, caso del canal de Corinto.
Consejos e información útil
- Si vais al Peloponeso en coche, debido a las largas distancias y a lo abrupto de la Península, os aconsejo que pernoctéis en algún pueblo y que toméis la autopista siempre que podáis. Las carreteras del interior son de alta montaña, retorcidas a más no poder.
- La entrada al Peloponeso en coche debe incluir una parada en algún puente del canal de Corinto.
- Si vais a Olimpia por el interior del Peloponeso, deteneos en Langadia.
- En enero oscurece a las 17:30. Tenedlo en cuenta a la hora de realizar visitas. No tuvimos tiempo de ver Epidauro y Nauplio.
- Trayectos en coche:
1/ De Atenas al canal de Corinto (76 km).
2/ Del canal de Corinto a Langadia (130 km).
2/ De Olimpia a Nauplio (162 km).
- Alojamiento: Hotel Hermes (Calle Apollonos, en Atenas).
- Lo mejor:
- Asomarnos al canal de Corinto.
- La Acrópolis de Nauplio.
- Lo peor:
- Avanzar en coche por el Peloponeso supuso una carrera contrarreloj.
- La carretera de Langadia: de media montaña y plagada de curvas.
Canal de Corinto
Partimos de Atenas por la autopista A-8, en dirección a Olimpia. Habíamos madrugado para poder realizar una interesante ruta por el interior del Peloponeso. Pero antes de alcanzar la Península, seguimos las indicaciones para realizar una efímera visita.

Desvío a Korinthos. Autopista A-8
Seguimos el cartel de la autopista que indicaba la salida de Korinthos. Habíamos llegado al canal de Corinto, la zanja artificial que separa el Ática del Peloponeso. La salida nos condujo al puente del Istmo, la atalaya perfecta para contemplar esta obra de la ingeniería.

Puente del Istmo. Canal de Corinto
El canal de Corinto es una vía de agua artificial que une el golfo de Corinto (mar Jónico) con el mar Egeo por el istmo de Corinto, abriendo esta vía al transporte marítimo y separando el Peloponeso del resto de Grecia. Mide 6,3 kilómetros de largo y se construyó entre 1881 y 1893.

Puente del Istmo. Canal de Corinto
Acrocorinto
Más adelante dejamos la A-8 (iba en dirección a Patras) y proseguimos hacia Trípoli por la A-7. En breve, a nuestra derecha, apareció el alto roquedo sobre el que se asienta Acrocorinto, la fortificación natural más resistente de la Antigua Grecia.

Acrocorinto desde la autopista A-7
Desde la autopista A-7 contemplamos la muralla que rodea el perímetro, que en su mayor parte fue construida por los turcos en época medieval sobre edificios más antiguos.

Acrocorinto desde la autopista A-7
Langadia
Dejamos la autopista A-7 unos 20 kilómetros antes de llegar a Trípoli, cuando leímos el primer cartel que anunciaba Olimpia. Y no hicimos bien. Al principio, por la carretera 111 avanzamos más o menos a buen ritmo, pero cuando tomamos la carretera 74 la cosa empeoró, con continuas curvas y la ralentización de la marcha al atravesar pequeños pueblos.

Langadia
En mitad de un paraje sumamente agreste, con cimas nevadas y profundos barrancos, apareció Langadia, municipio que parecía estar sacado de una postal. La carretera, convertida en una zigzagueante calle Mayor, atraviesa el municipio por su parte intermedia. Y en el centro de la villa, frente al Memorial de los Héroes, pudimos admirar una bonita iglesia ortodoxa.

Iglesia ortodoxa de Langadia
Puerto de Emlekmu
Tras nuestro paso por Olimpia y el consiguiente almuerzo en un restaurante, partimos hacia Nauplio, el siguiente destino en el Peloponeso. Avanzamos por la autopista A-7 y en Trípoli tomamos una carretera local en dirección a la bahía de Nauplio. Desde el último puerto de montaña, conocido como Emlekmu, divisamos Nauplio y su amplia bahía.

Bahía de Nauplio desde Emlekmu

Bahía de Nauplio desde Emlekmu
Nauplio
Llegamos a Nauplio pasadas las cinco, cuando ya empezaba a anochecer. Vimos el pueblo a unos cien metros de distancia, desde el aparcamiento donde detuve el Hyundai.

Acrópolis de Nauplio
No teníamos tiempo de patear el centro histórico de Nauplio, ni de auparnos hasta su Acrópolis, en lo alto de la colina, que alberga dos fortalezas venecianas. Potentes focos comenzaban a iluminar sus murallas cuando iniciamos el regreso a Atenas.

Acrópolis de Nauplio
El coche de alquiler
Consejos e información útil
- El seguro opcional de coche nos costó 50€. Yo recomiendo que lo contratéis porque los griegos son muy agresivos al volante.
- Cuando os entreguen el coche de alquiler, comprobad con el empleado el nivel del depósito de gasolina y los bollos que tenga. Evitaréis malentendidos y problemas.
- Aparcar en Atenas es complicado. Una noche en un párking cuesta entre 16€ y 18€. Existen zonas de aparcamiento regulado y otras libres de pago, pero es complicado dar con ellas.
- Los principales sitios arqueológicos de Grecia están bien indicados (Delfos, Olimpia, Poseidón). Para el resto, por falta de carteles, nos costó sudor y esfuerzo dar con ellos.
- Os aconsejo que llevéis un buen mapa de carreteras, o que contratéis un GPS con el alquiler del coche. Aun así, antes de partir debéis estudiar muy bien la ruta a seguir (google maps). Tened en cuenta que muchos carteles sólo están escritos en alfabeto griego.
- Cuando hay retenciones en las carreteras, los griegos acostumbran a circular por el arcén. Es norma de la casa.
- En Atenas existen muchas avenidas con medianeras que impiden realizar giros, lo cual resulta estresante.
- También son estresantes las motos que se cuelan entre carriles. Los griegos circulan pegados a la línea izquierda del carril para dejarles pasar.

Nauplio